EL VENEZOLANO COLOMBIA | TAL CUAL
El Instituto Nacional de Aviación Civil de Venezuela (INAC) emitió finalmente la autorización a las empresas de aviación civil para realizar vuelos desde y hacia Colombia, con lo que se reactivará el tránsito aéreo entre ambos países por primera vez desde marzo de 2020.
La medida está acompañada por una apertura de la frontera que conecta a Táchira en Venezuela con el Norte de Santander en Colombia, fijada para el próximo 26 de septiembre.
Con estas condiciones está todo dado para que se restituya progresivamente el flujo habitual de viajes entre ambos países, ya sea por vía terrestre o aérea.
Pero de cara a esta nueva etapa, una de las grandes dudas que surgen tiene que ver con los precios, puesto que las aerolíneas venezolanas no han emitido información alguna sobre la reactivación de los vuelos y mucho menos las tarifas que cobrarán.
Se conoce que por parte de Colombia ya recibieron autorización para operar hacia Venezuela las aerolíneas colombianas Avianca, Latam, Ultra y Wingo. Por parte de Venezuela, a falta de anuncio oficial, se especula que serán Lasser, Avior y una tercera que podría no contar con las condiciones para ofrecer el servicio.
De acuerdo con fuentes consultadas por, estas aerolíneas fijarán sus tarifas en función de sus propias estructuras de costos y la calidad que puedan ofrecer, dando origen a un rango de precios de entre $250 y poco más de $500 para los vuelos ida y vuelta.
El presidente de la agencia de viaje Manitur, Santiago Briñones, cree que los precios podrían ser un poco superiores a $500, pero recuerda que antes del cierre de vuelos, podía hallar ofertas incluso por debajo de los $300.
Por su parte, el vicepresidente de Productos de Masso Venezuela, Álvaro Seijas, proyecta un rango un poco más bajo, con base en las tarifas que solían ofertarse antes de la pandemia.
«Estimo entre $300 y $400 porque es la tarifa comercial que se ha venido vendiendo en los últimos tiempos. Wingo llegó a ofrecer menos de $300 para entrar al mercado, pero luego subió un poco más», destacó.
En el caso particular de Wingo, la información que se maneja actualmente es que no cubrirá la ruta hacia Caracas, sino que llegará hasta Valencia. Por este motivo, la ruta podría tener un precio ligeramente inferior.
Para Avianca se estiman los precios más elevados, porque es más lujosa, mientras que la tarifa de Latam podría ubicarse en un punto medio, junto con Avior, según comentó a El Pitazo un asesor de empresas aeronáuticas que prefirió no revelar su nombre.
«Wingo con esa ruta tendría un costo de $250 a $300. Avianca estaría en $500, porque es más lujosa; y Latam en $400. Por su parte, Avior pudiera establecer su precio entre $400 y $450. Un boleto Caracas-Bogotá no debería pasar de $380 a $460, pero existe una tendencia al alza», destacó.
Reconciliación entre Colombia y Venezuela
La reconexión aérea y terrestre de los países vecinos ocurre para repotenciar ambas economías, divididas a pesar de las posibilidades comerciales que tienen juntas por su posición en el continente y relación histórica.
De acuerdo con las estimaciones de La Cámara de Integración Económica Venezolano Colombiana (Cavecol) y la Cámara de Comrcio Colombo Venezolana (CCV), el intercambio comercial entre ambos países podría cerrar este año por encima de los $1.000 millones, lo que representaría un aumento del 151% frente a los $397,7 millones comercializados el año pasado.
El acercamiento comercial que se pretende producir, según han expresado tanto Gustavo Petro como Nicolás Maduro, podría dar pie a un incremento acelerado del intercambio de bienes y servicios. Si todo marcha de forma correcta, se calcula que 2023 podría cerrar con un intercambio comercial de aproximadamente $2.000 millones.
La reactivación de vuelos comerciales, aunque no repercuta de gran manera en la balanza comercial, facilitará el traslado de miles de venezolanos y colombianos. No en vano, las cifras más actualizadas de Migración Colombia indican que en ese país residen más de 2,4 millones de venezolanos.
El intercambio aéreo activa a otros sectores de la economía, potencia el turismo y multiplica las necesidades de servicios para atender a las poblaciones que se trasladan, por lo que esta reactivación aérea podría tener un impacto positivo para ambas economías, que sumará a la reapertura fronteriza.