SABORES DE FILIPPO
Para estos artesanos el pan es sagrado y representa la vida

◉ FILIPPO CAMPISI ┊ Bogotá

Sabemos de diseñadores de muebles, ropa y joyas, pero ¿diseñadores de pan? 

Sí, los invito a conocer a María Belén Fagúndez y Nestor Cárdenas: maestros panaderos y pasteleros; y diseñadores del alimento más universal y sagrado de todos: el pan.

Pedidos a través de su cuenta de IG

@cocinandoacuatromanos

El inconfundible olor de las panaderías

Cuando me toca hacer compras en el supermercado me armo de mis zapatos más cómodos y me voy a pie desde mi casa, son varias calles, pero me gusta caminar y disfrutar la ciudad.

Algo frecuente en Bogotá son las panaderías. En una misma cuadra podemos ver hasta dos: es increíble la cantidad de establecimientos que venden todo tipo de panes en Colombia.

Cuando entras a una panadería es aún mejor, se mezcla el dulce de los postres, el café saliendo de la máquina y el olor del pan recién horneado, es inconfundible y maravilloso. 

Disfruto de ese momento, la mente vuela y las papilas gustativas se alborotan, pero debo ser honesto y confesar que con mucha frecuencia busco el olor de un pan canilla, de un gallego o de un campesino, desafortunadamente no los encuentro. 

El pan es algo que se agradece, que das por sentado porque siempre está ahí. Es económico y muy noble. Pero, ¿realmente estamos seguros de cómo llego ahí a las 6:30 am apenas abre la panadería? No tenemos ni idea claro, ni de quienes lo hicieron, menos de lo que hay detrás de una hogaza de pan, cachito, golpeado, un pan dulce y de la cantidad de productos que siempre tienen exhibidos. 

Artesanos del pan

Hace unos días tuve la oportunidad de conocer a María Belén Fagúndez y Nestor Cárdenas, maestros panaderos y pasteleros, un par de venezolanos que ahora viven en Bogotá. Conversé con ellos, hablamos de pan, masas, horneados, y el olor que representaba para ellos dedicarse al oficio. 

Para estos artesanos, el pan es sagrado y representa la vida. Me dijeron algo que me emocionó, “nos las pasamos amasando felicidad”. Hacen maravillas y con su firma Four Hands Cooking @fourhanscooking han trabajado para muchos en el sector gastronómico, especialmente diseñando panes para algunos restaurantes de nombre en Venezuela.

Confiesan que ser panaderos los mantiene humildes, es un trabajo muy duro, lleno de sacrificios y madrugadas.  Se dedican a experimentar, probar y hornear. Se necesita conocimiento, concentración, técnica y esfuerzo sí, pero las masas están vivas y necesitan de amor y pasión para obtener buenos resultados. No dejan nada al azar, sé preparan bien para su jornada, son muy estrictos en su labor de pesar, esperar, ser paciente, observar, volver a esperar y hornear.  

Les comenté que yo le hablaba a la masa mientras la estiraba, incluso hasta le hablo al horno para que todo salga bien, resulta ser que no soy el único. 

Conocer a personas tan apasionadas por su trabajo es motivador, es una responsabilidad para este duo de maestros llevar solo lo mejor, porque de eso se trata, de dar lo mejor a través de las masas. Esto los representa, en lo personal ellos llegaron a Colombia a dar alegría con sus preparaciones a los venezolanos y los colombianos.

Cómo hacer tu pedido?

Actualmente tienen su venta a pedido, los contactas a través de su cuenta en instagram y te dan una lista impresionante de lo que hacen. Tienen desde cachitos. pan canilla trdicinal o integral, golfeados, panes veganos, panes para hamburguesas, tartaletas, bombas, foccacia, torta de naranja, de chocolate, red velvet, lasagna, parmigiana, polvorosas de pollo y hasta palitos de queso entre otras exquisiteces, incluso tienen combos de pan. 

“Les comenté que yo le hablaba a la masa mientras la estiraba, incluso hasta le hablo al horno para que todo salga bien, resulta ser que no soy el único”

Recuerden además que si tienes un restaurante, panadería o pastelería y quieres tener algo único y diseñado para ti ellos son los indicados para darte eso que esperas. 

Todo llega a tu casa recién hecho, cuando abres el pedido solo quieres oler, es una experiencia! Gracias Belén y Nestor por seguir amasando la felicidad.