El habitual pregón de ‘A Colombia sin papeles» continuaba escuchándose este jueves en la avenida Venezuela de San Antonio del Táchira, una población que esta semana ha sido sometida a la militarización y bloqueo de sus calles y al aislamiento absoluto del resto de Venezuela.
(Panorama en la avenida Venezuela, que conduce al puente internacional Simón Bolívar desde San Antonio.)
Este bloqueo, sin embargo, no parece afectar el paso por las «trochas», donde no llega la acción de las autoridades venezolanas pero sí de grupos criminales. Por estos pasos ilegales, cientos de venezolanos y colombianos transitan a diario, guiados por un grupo de ‘trocheros’, que cobran entre 15 y 20 mil pesos colombianos por el servicio de “guía”.
Otros 3 mil pesos deben ser cancelados a los irregulares armados que se han hecho con el control de estas zonas.
En inmediaciones de la Autopista Internacional de Villa del Rosario, Norte de Santander, lo mismo hacen los ciudadanos que cobran por ‘ayudar’ a cruzar por los corredores ilegales hacia Venezuela, pese a que uniformados de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) se mantienen desplegados en estos sectores.
Las autoridades Órgano de Dirección de Defensa Integral (ODDI), en el municipio Bolívar, lejos de impedir el paso de transeúntes por los también llamados “caminos verdes”, han instalado desde el miércoles un puesto de atención sanitaria para quienes ingresan desde Colombia a través de estos pasos ilegales.
Específicamente en el sector Llano Jorge, uno de los más transitados por estos días, hay un grupo de médicos hacen seguimiento a quienes ingresan desde Villa del Rosario, y de ser necesario les realizan chequeos preventivos.
(En Llano Jorge, San Antonio del Táchira, un grupo de médicos hacen seguimiento a quienes ingresan desde Villa del Rosario.)
Las trochas ‘La Platanera’ y ‘Los Mangos’ también evidencian un importante número de personas que van y vienen a ambos lados de la frontera, pero en estos lugares aún los controles para el ingreso a Venezuela son inexistentes.
SE MANTIENE CANAL HUMANITARIO
Por los puentes internacionales (pasos legales y controlados) se mantiene el canal humanitario para los pacientes con enfermedades crónicas para que puedan realizar sus tratamientos en Colombia.
El paso humanitario por los puentes funciona con la colaboración de las autoridades de ambos países, al igual que el retorno de venezolanos hacia Venezuela, en cuyo paso se han intensificado los controles, lo que deriva en una mayor movilidad por «las trochas».
A diferencia de los corredores ilegales, las calles de San Antonio muestran una inactividad poco habitual, el pueblo luce solo, aunque los comercios de ventas de alimentos, tanto formales como informales permanecen abiertos.
Sus habitantes han acatado la recomendación oficial de mantenerse en sus casas, como parte de las medidas de prevención para evitar la propagación del COVID-19, sólo circulan por las calles vehículos oficiales perifoneando la importancia de mantener el aislamiento, aunque sus ocupantes parecen no querer ver a los ‘trocheros’ sentados en la división central de la avenida Venezuela ofreciendo sus servicios.
(Esta es la situación se vive a pocos metros de la trocha ‘La Marina’, Villa del Rosario. En la entrada del paso ilegal está la Policía, pero, de alguna manera,,quienes quieren cruzar evaden el control.)
El viernes anterior, el presidente de Colombia Iván Duque decretó el cierre de la frontera a partir del sábado, a las 5:00 am, con la finalidad de combatir la expansión del coronavirus.
Debido a la gran cantidad de viajeros que quedaron atrapados por la medida, las autoridades decidieron abrir un corredor para ellos.
Por ahora, solo se permite el paso por los puentes por motivos de enfermedad y de asistencia médica.
El Venezolano Colombia / La Opinión de Cúcuta
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