Miguel Ángel González | El Venezolano Colombia
Bajo un torrencial aguacero y con 80 feligreses, se realizó la misa de Bienvenida y bajada de los Furros de la Chinita en la Catedral María Reina de Barranquilla, capital del departamento Atlántico.
Minutos antes de la eucaristía, se notaba el cielo nublado y la amenaza de lluvia era inminente, como en la otrora Maracaibo cuando se celebraba el amanecer de feria.
Eran las 11:00 de la mañana, y apurando los pasos para escuchar la homilía llegó la señora Lesbia Castillo. “Ay señor me caí cuando traté de caminar más rápido; pero es que no me quería quedar por fuera, sabía que había restricciones y a pesar que hice mi reservación estaba ansiosa por entrar a ver a la Chinita”, dijo con una voz temblorosa y mostrando las heridas en sus manos y rodilla derecha.
La señora Castillo nació en Colombia y a los 15 años se fue a vivir a Venezuela, donde estuvo 45 años para retornar nuevamente a su país natal. “Me emociona encontrar a mis amigos venezolanos, escuchar la Gaita zuliana y agradecerle a la Virgen por los favores concedidos”, contó con más serenidad antes de entrar al templo, quien además ha asistido durante los dos años a la Festividad de la Chinita en Barranquilla.
Otros zulianos como la pareja de zulianos Arianna Salazar y Johan Colmenares, también entraron a la Catedral para pagar sus promesas ante la Reina Morena. Ambos cuentan con Permiso Especial de Permanencia (PEP). Ella es jefa de servicio de un restaurante y como tiene un embarazo de alto riesgo, se encuentra laborando en el área administrativa, mientras que Colmenares es chef de profesión, pero con la contingencia de la pandemia quedó desempleado y al trabajar de domiciliario sufrió un aparatoso accidente.
A la iglesia Colmenares llegó caminando con muletas luego de sufrir un aparatoso accidente.
“He sido devoto de la Virgen de Chiquinquirá y en estos últimos meses he sentido su amor y protección más cerca, primeramente, nos concedió el milagro de que mi esposa quedara embarazada luego de dos años de intentar, y hace un mes, sentí su presencia después de sufrir un accidente de tráfico y en mi operación la cual salió muy bien”, aseguró Colmenares.
Poco a poco los devotos de la Virgen de Chiquinquirá se ubicaban en los puestos marcados con un metro de distancia por las medidas de bioseguridad.
“Asistir a la misa nos llena de fe, de fortaleza y esperanza, era el momento perfecto para agradecer todas las situaciones por las que hemos pasado y hemos salido victoriosos, en estos tiempos de contingencia estar sanos y tener la familia sana es una gran bendición”, dijo emocionada y agradecida la zuliana Arianna.
Paula León con la bandera tricolor de Venezuela marcó la ruta por donde entró la réplica de la Chinita sujetada por los venezolanos Carolina Ariza y Eduardo León y con la melodía del himno de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá interpretado por el grupo de gaita Los Chiquinquireños. Solo pudieron montarse cinco músicos: Carla Romero en el cuatro y cantante, Aleida Piedrahita en el piano y cantante; Wintyn Araujo en el furro y Reandry Pérez en la tambora.
“Sentí mucha alegría y algo de nostalgia. Este primero de noviembre fui testigo e hice parte de la celebración mariana. Me quedo con el instante de caminar la nave central a la que he visitado infinidad de veces durante 30 años habitando los espacios representativos de esta hospitalaria ciudad. “La Chinita en Barranquilla y su trabajo están haciendo posible articular dos culturas que desde sus semejanzas apoyan la transición hacia la ciudadanía glocal”, resaltó la venezolana Ariza.
La Reina Morena hizo su entrada hasta el altar delante del padre Edwin González Arroyo, donde quedó con una hermosa decoración de flores realizada por el migrante Alexander Mavárez. “Aquí me he dedicado a la venta de repuestos; pero en Venezuela me encargaba de trabajar como decorador. Le hacía arreglos y que emoción se siente volver a hacer mi oficio”, dijo.
El aguacero cayó en La Arenosa y algunos feligreses llegaron al recinto católico mojados y llenos de emoción. Era una lluvia de bendiciones que selló el inicio de la Tercera Festividad de la Chinita en Barranquilla.
“Estamos agradecidos por el comportamiento y apoyo de los feligreses. Esta es una manifestación de amor y fe donde elevamos nuestras tradiciones y raíces del Zulia y Venezuela”, resaltó la comunicadora social Darcy Virginia Fernández, coordinadora de la organización de la fiesta religiosa. La Gaita zuliana sonó en la Catedral Metropolitana y el carrusel de sentimientos se inundó en lágrimas y sonrisas donde el aplauso masivo retumbó el agradecimiento a la Excelsa Reina.