EL VENEZOLANO COLOMBIA
La represión estatal en Venezuela sigue cobrando vidas. El joven Ángel Mora falleció este lunes tras recibir una violenta golpiza por parte de cuerpos represivos durante una manifestación en Guanare, Portuguesa, el pasado 29 de julio. Las protestas estallaron tras los controvertidos resultados electorales que anunciaron la reelección de Nicolás Maduro, considerados fraudulentos por la oposición. Este incidente es parte de un creciente patrón de violencia y represión en Venezuela, que ha dejado un saldo preocupante de muertos y detenidos en todo el país.
Violencia desatada en Guanare
La trágica muerte de Ángel Mora pone de manifiesto la brutalidad con la que las fuerzas de seguridad venezolanas están respondiendo a las protestas. Según denunció la organización “Resistencia sin Frontera” en su cuenta de X, Mora fue víctima de una política de Estado que recurre a la represión extrema, desapariciones forzadas, persecución y encarcelamiento para silenciar a quienes se oponen al régimen de Maduro.
La dirigente de Vente Venezuela en Portuguesa, María Oropeza, describió cómo el joven quedó irreconocible tras la golpiza, dejando a su familia en un estado de miedo y desolación.
Represión generalizada y cifras contradictorias
El caso de Mora no es un hecho aislado. La ONG Foro Penal informó que, hasta el domingo, las protestas en Venezuela han resultado en 988 detenciones y 11 muertes, con 91 adolescentes entre los detenidos. Estas cifras contrastan con las divulgadas por el régimen de Maduro, que sostiene que han sido 2,000 los arrestados, anunciando que estos prisioneros enfrentarán “máximo castigo” en cárceles de alta seguridad como Tocorón y Tocuyito.
Esta narrativa de mano dura es parte de la retórica con la que Maduro busca intimidar a la población, manteniendo el control a través del miedo.
Escalada de la represión: Un llamado a la comunidad internacional
Las organizaciones de derechos humanos, como el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) y el Centro para los Defensores y la Justicia (CDJ), han advertido sobre el aumento de la violencia y represión en el país. En un comunicado conjunto, alertaron sobre la participación de civiles armados, conocidos como colectivos, en coordinación con las fuerzas de seguridad del Estado para reprimir, intimidar y controlar a la población. Estas acciones han intensificado la crisis de derechos humanos en Venezuela, llevando a un aumento alarmante de la represión en las calles.
El OVCS documentó 915 protestas en todo el país entre el 29 y 30 de julio, de las cuales 138 fueron reprimidas con la participación de civiles armados en al menos 119 casos. Este escenario de violencia y violación de derechos ha llevado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a condenar enérgicamente la detención de manifestantes, activistas y periodistas. La CIDH hizo un llamado urgente al régimen de Maduro para que cese sus tácticas represivas y libere a todos los detenidos injustamente, destacando la preocupante situación de derechos humanos en Venezuela.
La lucha por la libertad y los derechos humanos
La muerte de Ángel Mora es un trágico recordatorio de la violencia sistemática que enfrentan los venezolanos bajo el régimen de Maduro. Mientras las protestas continúan y la represión se intensifica, la comunidad internacional debe prestar atención a la grave crisis de derechos humanos en el país. Organizaciones y gobiernos de todo el mundo están llamados a actuar y exigir la protección de los derechos civiles y políticos en Venezuela, y a condenar las tácticas represivas que siguen cobrando vidas. La lucha por la libertad y la democracia en Venezuela es, ahora más que nunca, una causa que necesita el apoyo y la solidaridad global.