EL VENEZOLANO COLOMBIA
La tragedia golpea con fuerza en la vía Chocó-Medellín, donde el número de víctimas mortales asciende a 35 tras un desgarrador derrumbe.
En el relato de los rescatistas, la urgencia por hallar cuerpos bajo el sol ardiente añade un nivel de dificultad adicional a una tarea ya de por sí angustiante.
El Grito que resuena
El domingo, alrededor de las cuatro de la tarde, el estremecedor grito de «Bolsa, bolsa» señaló otro hallazgo trágico.
Los rescatistas, incluyendo bomberos y la Defensa Civil, se apresuraron a bajar una peña en condiciones secas, marcando un momento más en la dolorosa operación.
La Paradoja de la fatalidad
En un giro paradójico del destino, una porción de montaña se desprendió justo sobre la casa de la familia Mazo, donde alrededor de 50 personas se refugiaban de la lluvia. Luis Mosquera, un testigo, expresó su asombro ante la selectividad del deslizamiento, mientras destacaba la necesidad de solidaridad.
Rescate bajo el calor abrasador
Con temperaturas cercanas a los 38 grados, la búsqueda de cuerpos se vuelve una carrera contra el tiempo. La urgencia es vital para mantener la esperanza de encontrar posibles supervivientes, desafiando las condiciones extremas del clima.
Desapariciones que estremecen
La Policía Nacional informa que entre cinco y siete personas aún están desaparecidas, incluyendo la esposa del patrullero Reison Restrepo, quien ha estado presente desde el inicio de la tragedia.
En este momento de dolor y pérdida, es imperativo expresar solidaridad con las víctimas y sus familias. La tragedia destaca la importancia de la prontitud en las operaciones de rescate, así como la necesidad de evaluar y reforzar las medidas de prevención en áreas vulnerables. La comunidad y las autoridades deben unir esfuerzos para superar este difícil momento y trabajar hacia la prevención de futuros desastres.