
EL VENEZOLANO COLOMBIA
El Tapón del Darién, una vasta región selvática que une Colombia con Panamá, ha experimentado una transformación sin precedentes en 2025. Según Naciones Unidas, el número de personas que atraviesan esta peligrosa zona rumbo al norte ha disminuido un 98% en comparación con el año anterior, pasando de cientos de miles a apenas 2.831 en el primer trimestre.
Este cambio refleja no solo una reducción en el flujo migratorio, sino también un aumento en los retornos y la búsqueda de alternativas para evitar los riesgos de la jungla.
Un descenso histórico en el flujo migratorio
La selva del Darién, conocida por su terreno inhóspito y sus amenazas naturales, ha sido durante años un corredor clave para quienes buscan llegar a países como Canadá, Estados Unidos o México. En 2023, más de 500.000 personas cruzaron esta región, un récord que ya mostró un descenso en 2024, con 300.000 transeúntes.
Sin embargo, los datos de 2025 revelan una caída abrupta, con solo 2.831 personas registradas en los primeros tres meses, según el Servicio Nacional de Migración de Panamá. Este fenómeno marca un hito en la dinámica migratoria de la región.
Perfil de los migrantes: Cambios y constantes
Aunque el volumen de viajeros ha disminuido, los datos de 2024, los más recientes con información detallada, muestran que los venezolanos representaron más del 66% de quienes cruzaron el Darién. Los hombres predominaron, constituyendo más de la mitad del total, mientras que los menores de edad, sin distinción de sexo, formaron más del 20% del grupo.
Estas cifras, recopiladas por organismos como la Oficina Regional para América Central del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, reflejan la persistencia de ciertos patrones demográficos, a pesar de la reducción general.
Retornos y nuevas estrategias
El declive en los cruces hacia el norte ha coincidido con un incremento en los movimientos en dirección opuesta. Miles de personas, principalmente de Venezuela, Ecuador y Colombia, han optado por retornar al sur, enfrentándose a situaciones de incertidumbre o buscando asilo en países cercanos.
Otros han explorado rutas marítimas para eludir los peligros de la selva, según informó Naciones Unidas. Este cambio sugiere una reevaluación de las opciones disponibles, impulsada por los riesgos del Darién y las barreras en los destinos tradicionales.
Implicaciones regionales
La disminución del tránsito por el Darién plantea preguntas sobre el futuro de las políticas migratorias en América. La reducción de flujos podría aliviar la presión sobre Panamá y los países receptores, pero también destaca la necesidad de abordar las causas estructurales de la migración, como la inestabilidad económica y política en los países de origen. Además, el aumento de retornos y la búsqueda de vías alternativas subrayan la urgencia de establecer corredores seguros y legales para quienes huyen de la adversidad.
El Tapón del Darién, antes un símbolo de los masivos desplazamientos hacia el norte, se encuentra en un punto de inflexión. La caída del 98% en los cruces de migrantes en 2025, junto con el auge de retornos y nuevas rutas, refleja un cambio profundo en las dinámicas migratorias. Este escenario invita a una reflexión colectiva sobre cómo garantizar la seguridad y los derechos de quienes buscan un futuro mejor.