
EL VENEZOLANO COLOMBIA
Un nuevo vuelo procedente de Estados Unidos aterrizó en Caracas con 174 ciudadanos venezolanos repatriados, como parte de un acuerdo entre el régimen de Nicolás Maduro y el representante especial de Donald Trump, Richard Grenell.
Este proceso, que ha permitido el retorno de 3.400 personas, refleja la dinámica migratoria y las tensiones diplomáticas entre ambas naciones. Bajo la supervisión del ministro del Interior, Diosdado Cabello, el país continúa recibiendo a sus nacionales, mientras se anuncian más llegadas y se critica la gestión de deportaciones en el exterior.
Un vuelo con menos pasajeros de lo esperado
El avión que arribó a la capital venezolana transportó a 142 hombres, 18 mujeres, 6 madres y 8 menores, según el reporte oficial. Sin embargo, las autoridades locales esperaban a 222 personas, lo que generó críticas por parte de Diosdado Cabello.
El ministro señaló que la reducción de 48 pasajeros evidencia fallos en la coordinación del procedimiento de deportación por parte de Estados Unidos. Este incidente subraya los desafíos logísticos que enfrentan ambos gobiernos en la ejecución de los traslados.
Acuerdo bilateral impulsa repatriaciones
La visita de Richard Grenell, enviado especial del expresidente Trump, marcó un hito en las negociaciones entre Caracas y Washington. Gracias a este pacto, más de 3.400 venezolanos han regresado al país en los últimos meses.
Este esfuerzo conjunto busca regular el retorno de migrantes que, en muchos casos, enfrentan situaciones de vulnerabilidad en el extranjero. La cooperación bilateral, aunque efectiva, no está exenta de controversias, especialmente por las declaraciones de funcionarios venezolanos que cuestionan el manejo de los procesos migratorios.
Próximo vuelo con escala en Honduras
En la misma jornada, Cabello anunció la llegada de otro avión con cerca de 200 repatriados, que realizará una parada en Honduras antes de aterrizar en Venezuela. Esta ruta inusual agrega un elemento distintivo al operativo, aunque no se precisaron los motivos de la escala. La expectativa por este nuevo grupo de retornados mantiene la atención en las autoridades, que trabajan para garantizar una recepción organizada y digna para los ciudadanos que regresan.
Denuncias contra gobiernos extranjeros
El ministro venezolano aprovechó la ocasión para exigir la liberación de compatriotas que, según él, permanecen “secuestrados” en Estados Unidos y El Salvador. En un tono contundente, calificó al gobierno salvadoreño como “fascista” y demandó mayor celeridad en la entrega de los migrantes retenidos. Estas declaraciones reflejan las tensiones políticas que rodean el tema migratorio y el esfuerzo de Venezuela por posicionarse como defensor de sus ciudadanos en el exterior.
El arribo de 174 venezolanos a Caracas es solo un capítulo más en el complejo proceso de repatriación que involucra acuerdos internacionales, desafíos logísticos y discursos políticos. Con más vuelos programados y críticas al manejo extranjero, Venezuela enfrenta el reto de reintegrar a sus ciudadanos mientras mantiene un diálogo con actores internacionales. Este fenómeno, lejos de concluir, seguirá marcando la agenda migratoria del país.