
EL VENEZOLANO COLOMBIA
Las elecciones legislativas y regionales celebradas en Venezuela el 25 de mayo de 2025 estuvieron caracterizadas por una notable abstención, divisiones en la oposición y denuncias de irregularidades.
Mientras el oficialismo proclamó una “gran victoria”, sectores opositores y observadores internacionales cuestionaron la legitimidad del proceso.
Desarrollo de la jornada electoral: Baja participación y centros vacíos
Desde tempranas horas, los centros de votación mostraron una escasa afluencia de electores. Según reportes de medios internacionales, muchos centros permanecieron prácticamente vacíos durante toda la jornada.
La consultora Meganálisis indicó que solo un 3,15% de los electores inscritos acudieron a votar entre las 6:00 y 9:30 a.m.
División en la oposición
La oposición venezolana se presentó dividida ante estos comicios. Mientras líderes como María Corina Machado llamaron al boicot electoral, argumentando falta de condiciones democráticas, otros, como Henrique Capriles, optaron por participar en el proceso.
Esta división generó confusión entre los votantes y debilitó la capacidad de la oposición para presentar un frente unido.
Denuncias de irregularidades
Durante la jornada, se registraron múltiples denuncias de irregularidades, incluyendo proselitismo político en las inmediaciones de los centros de votación, instalación de “Puntos Rojos”, compra de votos y coacción a testigos de mesa. Estas prácticas fueron señaladas por diversos sectores como parte de un patrón de manipulación electoral.
Reacciones del oficialismo
El presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, afirmó que la jornada electoral fue una “gran victoria” para el país y agradeció a la oposición que decidió participar. Por su parte, el Consejo Nacional Electoral (CNE) extendió el horario de votación, argumentando una alta afluencia de votantes, a pesar de los reportes de baja participación.
Las elecciones del 25 de mayo de 2025 en Venezuela reflejan un país profundamente dividido, con una ciudadanía cada vez más escéptica sobre la efectividad de los procesos electorales. Mientras el oficialismo celebra los resultados, la oposición y diversos observadores internacionales cuestionan la legitimidad de los comicios, señalando la necesidad de reformas que garanticen elecciones libres y transparentes en el futuro.