
EL VENEZOLANO COLOMBIA
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, advirtió sobre un posible incremento sin precedentes en el flujo migratorio proveniente de Venezuela. Durante una reunión con altos mandos de la Policía Nacional, el mandatario señaló que, si la administración de Donald Trump incrementa las presiones económicas contra el Régimen de Nicolás Maduro, la situación en el país podría desembocar en la salida masiva de hasta cinco millones de ciudadanos, muchos de los cuales tendrían como destino principal la ciudad de Bogotá.
Un posible desplazamiento sin precedentes
Petro hizo énfasis en que la capital colombiana representa un destino atractivo para los migrantes por su infraestructura y oportunidades laborales, lo cual la convertiría en el primer punto de llegada de una potencial oleada de venezolanos.
Según su lectura del escenario actual, las condiciones están dadas para un nuevo ciclo migratorio, impulsado por factores económicos, sociales y políticos que afectan directamente a la población venezolana.
La migración juvenil: un reto mayor
El jefe de Estado subrayó la necesidad de implementar una política pública específica para la atención de jóvenes migrantes. Afirmó que los adolescentes de origen venezolano que habitan en zonas marginadas de Bogotá enfrentan mayores niveles de exclusión que sus pares colombianos.
Esta situación, según se explicó, podría estar vinculada al aumento de delitos comunes y al fortalecimiento de estructuras delictivas transnacionales, como las redes asociadas al Tren de Aragua.
Inclusión y prevención: claves ante un nuevo panorama
Para enfrentar este posible fenómeno, Petro propuso diseñar una estrategia de integración enfocada en la juventud migrante, destacando que la exclusión social puede alimentar la violencia urbana.
Aunque aclaró que no posee datos concluyentes al respecto, planteó la hipótesis de que la falta de respuestas efectivas podría estar alimentando dinámicas conflictivas en comunidades barriales donde coexisten jóvenes de diferentes nacionalidades.
Repercusiones regionales y responsabilidad compartida
El mandatario también hizo referencia a la posible expansión del fenómeno migratorio más allá de las fronteras colombianas. Según sus declaraciones, el flujo comenzaría en Bogotá, se extendería a otras ciudades suramericanas y, eventualmente, alcanzaría territorio estadounidense.
Por ello, instó a las autoridades locales, especialmente al alcalde de Bogotá, a colaborar en la construcción de políticas integrales de acogida y prevención.
Llamado a la acción ante una posible crisis
Gustavo Petro cerró su intervención insistiendo en que este no es un asunto exclusivo de las fuerzas de seguridad. A su juicio, el fenómeno requiere una respuesta coordinada entre los distintos niveles del gobierno y la sociedad civil.
La advertencia queda hecha: si la presión internacional sobre Venezuela se intensifica, la región —y particularmente Bogotá— deberá estar preparada para afrontar un desafío migratorio de enormes proporciones.