
EL VENEZOLANO COLOMBIA
El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, ha implementado una nueva medida que afecta a miles de personas en el proceso de legalización. La suspensión de los ajustes de estatus para refugiados y asilados ha generado preocupación, especialmente entre la comunidad colombiana.
Esta decisión, tomada por el Departamento de Seguridad Interna (DHS), responde a órdenes ejecutivas que buscan revisar posibles irregularidades en los procesos migratorios.
Impacto en los solicitantes colombianos
Aunque no existen cifras exactas sobre el número de colombianos afectados, los datos oficiales permiten hacer una estimación. En 2024, cerca de 9.790 ciudadanos solicitaron asilo en EE.UU., de los cuales solo el 10 % obtuvo una respuesta favorable. Si se consideran los últimos cuatro años, aproximadamente 4.000 personas han logrado este beneficio, y muchas de ellas aún esperan la aprobación de su residencia permanente.
La medida anunciada significa que estas solicitudes permanecerán en pausa mientras se llevan a cabo revisiones adicionales. En consecuencia, cientos de personas que ya tenían expectativas de regularizar su situación han quedado en una zona de incertidumbre jurídica.
Diferencias entre refugiados y asilados
El proceso para obtener protección en EE.UU. varía según la categoría migratoria. Los refugiados inician su trámite fuera del país, en un procedimiento que puede durar varios años e incluye una extensa verificación de antecedentes. En cambio, los solicitantes de asilo deben presentarse directamente en un punto de entrada estadounidense y demostrar que enfrentan persecución en su nación de origen.
Ambos grupos, tras recibir una respuesta favorable, ingresan al proceso de ajuste de estatus, el paso previo a la obtención de la ‘green card’. Sin embargo, la reciente suspensión ha interrumpido este procedimiento, dejando millas en una situación incierta.
Revisión de casos y posibles consecuencias.
Si bien el ajuste de estatus es considerado un trámite administrativo, su suspensión implica que las personas en esta fase ya no tienen la certeza de que obtendrán su residencia permanente. El gobierno argumenta que es necesario revisar cada caso en busca de posibles fraudes o amenazas a la seguridad nacional.
Además, esta medida podría traducirse en una prolongación de los tiempos de espera, afectando la estabilidad de quienes ya cuentan con permisos de trabajo temporales. Ahora, su futuro depende de la evaluación individual que realicen las autoridades migratorias.
Un escenario legal en disputa
Dado que Estados Unidos está comprometido con acuerdos internacionales de protección a refugiados, esta medida podría enfrentar demandas en las cortes. Organizaciones de derechos humanos abogados y especializados en inmigración han advertido que la decisión contradice principios legales que garantizan la protección de quienes huyen de situaciones de riesgo.
Mientras se definen los alcances de esta política, millas de colombianos permanecen a la expectativa, con la esperanza de que la suspensión no se convierta en un obstáculo definitivo para alcanzar su estatus legal en EE.UU.