
EL VENEZOLANO COLOMBIA
Desde hace varios años, Colombia se ha convertido en el principal destino de la migración venezolana, con cerca de 2,8 millones de personas que residen en el país. A pesar de los esfuerzos gubernamentales para facilitar su integración, la inserción en el mercado laboral sigue siendo un desafío.
Según un estudio del Ministerio de Trabajo (Mintrabajo) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) , para 2024, el 73% de los migrantes venezolanos estaban en búsqueda de empleo , de los cuales solo el 66,4% logró acceder a un trabajo formal.
Si bien se han reducido algunas barreras de acceso, la informalidad, el subempleo y la brecha salarial continúan afectando a esta población, generando condiciones laborales precarias para muchos de ellos.
El desafío de la estabilidad laboral
A pesar de los esfuerzos del Gobierno colombiano para facilitar la integración de los migrantes a través del Estatuto Temporal de Protección y el CONPES 4100 , la oferta de empleo formal sigue siendo limitada.
Un reflejo de esta realidad es que, en el sector público, solo el 0,1% de los empleados son migrantes , lo que equivale a 1.900 trabajadores en toda Colombia .
Mientras tanto, en el sector privado, muchas empresas aún se resisten a contratar extranjeros , principalmente por la falta de homologación de títulos profesionales y desconocimiento de la regulación vigente.
El peso de la informalidad y el subempleo
Uno de los principales problemas que enfrentan los venezolanos en Colombia es la informalidad laboral . De los 1,4 millones de migrantes empleados , casi un millón trabaja sin contratos formales , lo que representa el 66% del total.
Esto implica no solo la falta de estabilidad laboral, sino también la pérdida de beneficios esenciales , como acceso a pensiones, seguridad social y derechos contractuales.
Además, el subempleo es una realidad para muchos, con un 28,1% de migrantes buscando mejores condiciones y un 10,8% intentando aumentar sus horas laborales para mejorar sus ingresos.
Salud y protección social: un acceso desigual
El acceso a los servicios de salud es otro reto. En 2024, solo el 63% de los trabajadores venezolanos estaban afiliados al sistema de salud , y apenas el 22% cotizaban como empleados formales , cifra significativamente menor en comparación con el 94,5% de los colombianos .
Asimismo, la cobertura en riesgos laborales era reducida, con apenas un 21,4% de los trabajadores asegurados , mientras que solo el 20% de los migrantes cotizaban al sistema de pensiones .
Diferencias salariales y condiciones contractuales
El informe también revela que solo 393.300 venezolanos contaban con un contrato escrito , lo que les garantizaba ciertos derechos laborales. En cambio, la mayoría de los migrantes trabajaban en comercio, reparación de vehículos, alojamiento y servicios de comida , sectores donde predominan los acuerdos verbales y la inestabilidad.
En términos de remuneración, el salario promedio de un trabajador venezolano en 2024 fue de $1.302.423 , un 24% menos que el de un colombiano, reflejando una marcada desigualdad salarial.
Testimonios de lucha y resiliencia
Historias como la de Darío Balbuena , un trabajador del estado Zulia que busca empleo en Cúcuta, o la de Angelina David , una abogada que ha tenido que desempeñarse en labores domésticas, reflejando las dificultades diarias de los migrantes en su búsqueda de oportunidades.
Iniciativas como los Centros Intégrate , con presencia en varias ciudades del país, buscan brindar apoyo jurídico, psicológico y orientación laboral a quienes han tenido que empezar de nuevo en Colombia.
A pesar de los avances, el panorama sigue siendo desafiante. La mejora de las condiciones laborales para los migrantes venezolanos en Colombia dependerá de políticas de inclusión más efectivas , el reconocimiento de sus competencias y la eliminación de barreras que aún limitan su acceso a empleos dignos.