EL VENEZOLANO COLOMBIA
La revocación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para venezolanos en Estados Unidos ha encendido las alarmas en Florida, especialmente en el sur del estado, donde esta comunidad ha tenido un papel clave en el crecimiento económico. La medida, que entrará en vigor el 7 de abril, afectará a cerca de 350.000 personas, generando preocupación en diversos sectores.
Un rechazo bipartidista en Miami
La decisión de la administración de Donald Trump ha sido rechazada por líderes tanto republicanos como demócratas en Florida. En Miami-Dade, la comisión del condado aprobó una resolución instalando al gobierno federal a reconsiderar la medida. Argumentan que la expulsión de miles de venezolanos traerá inestabilidad social y económica, afectando a los negocios y familias establecidas en la región.
Galo Arellano, periodista de Canela News, calificó la decisión como una traición a la comunidad venezolana, señalando que el TPS ha sido una salvavidas para miles de migrantes que buscan estabilidad. Además, advirtió que esta política podría extenderse a otras nacionalidades que también gozan del beneficio migratorio.
Un motor económico en riesgo
Desde la llegada masiva de venezolanos, el sur de Florida ha experimentado una transformación significativa en su economía. El profesor Eduardo Gamarra, experto en política latinoamericana, destacó el papel fundamental de esta comunidad en sectores como la gastronomía, el comercio y el mercado inmobiliario.
“Los venezolanos han invertido en negocios, han generado empleo y han contribuido con el pago de impuestos. Especialmente en Doral, su presencia ha sido determinante en el crecimiento de la ciudad”, afirmó Gamarra.
La incertidumbre sobre el futuro de estos migrantes podría afectar el desarrollo de diversas industrias, generando una desaceleración en sectores que dependen de su presencia.
Contradicciones en la política estadounidense
Mientras el gobierno de Trump justifica la revocación del TPS alegando que las condiciones en Venezuela han mejorado, el Departamento de Estado mantiene su advertencia de nivel 4, recomendando a los ciudadanos estadounidenses no viajar al país por razones de seguridad.
A esto se suma la controversia generada por la vinculación de algunos migrantes venezolanos con el Tren de Aragua, una afirmación que ha sido fuertemente criticada por líderes comunitarios. Muchos consideran que esta generalización no solo estigmatiza a la diáspora, sino que también pone en riesgo a millares de personas que han cumplido con las leyes estadounidenses.
Preocupación y esperanza en la comunidad venezolana
Ante este panorama, organizaciones y activistas venezolanos en Estados Unidos siguen buscando soluciones para mitigar el impacto de la decisión. Edgar Simón Rodríguez, coordinador del Partido 20 Venezuela en EE.UU. UU., expresó su preocupación, pero también su confianza en que se puedan implementar que brinden protección a los afectados.
Mientras tanto, la comunidad venezolana en Florida se enfrenta a un futuro incierto, con el desafío de adaptarse a una nueva realidad que podría redefinir su permanencia en el país.