EL VENEZOLANO COLOMBIA
Desde que la crisis económica y política de Venezuela se intensificó a partir de 2017, las remesas enviadas desde el extranjero han tenido un papel fundamental para muchas familias venezolanas. La emigración masiva, especialmente hacia países como Estados Unidos, España y los países vecinos, ha dejado una profunda huella en la economía nacional. Sin embargo, aunque el envío de dinero sigue siendo una fuente clave de sustento, su impacto se ve empañado por el contexto inflacionario del país.
Un respiro en tiempos de crisis
A medida que la situación económica en Venezuela se deterioraba, las remesas se convirtieron en un salvavidas para muchas familias. Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo, el flujo de dinero desde el extranjero ha incrementado considerablemente, convirtiéndose en una de las principales fuentes de ingresos para un porcentaje importante de hogares venezolanos. Actualmente, el 35% de las familias en Venezuela depende de estas transferencias, ya sea de forma frecuente o esporádica.
Los destinos principales de los migrantes venezolanos siguen siendo Estados Unidos, Colombia y España. Sin embargo, el aumento del envío de remesas también ha sido facilitado por la creación de mecanismos informales para la compra y venta de divisas, especialmente en plataformas como WhatsApp e Instagram, lo que permitió la reapertura de casas de cambio como alternativa.
Crecimiento impresionante en el envío de remesas
La cantidad promedio enviada por cada hogar se sitúa en 65 dólares mensuales, con un total estimado de 3.000 millones de dólares enviados al país cada año. Este monto representa un notable crecimiento en comparación con 2020, cuando se registraron aproximadamente 1.300 millones de dólares. Solo en los últimos cuatro años, las remesas han experimentado un aumento del 120%.
El economista Aldo Contreras estima que para finales de 2024, las remesas podrían alcanzar los 4.500 millones de dólares, lo que reflejaría un incremento del 33% con respecto a 2023. Este aumento estaría ligado directamente al creciente número de emigrantes venezolanos, que para abril de 2024 se estiman en 7,7 millones según la Organización Internacional para la Migración (OIM).
Inflación: Un obstáculo para el valor de las remesas
A pesar del incremento en la cantidad de dinero enviado al país, las remesas pierden poder adquisitivo debido a la alta inflación y la depreciación del bolívar. El economista Manuel Sutherland señala que, aunque la cantidad de remesas ha aumentado, la economía sigue sin experimentar una recuperación significativa. La falta de una política económica sólida y las distorsiones cambiarias han limitado el impacto real de estas transferencias.
Esto significa que, aunque muchas familias dependen de las remesas para cubrir sus necesidades básicas, el dinero enviado no rinde como antes debido a la acelerada inflación, lo que impide que este flujo de capital tenga un efecto positivo en la economía de manera generalizada.
El futuro de las remesas en Venezuela
El crecimiento de las remesas en Venezuela es, sin duda, una señal de la importancia de los recursos enviados por los venezolanos en el extranjero. Sin embargo, la economía del país sigue enfrentando grandes retos. Aunque el volumen de dinero enviado sigue en aumento, las dificultades estructurales persisten, y el gobierno debe adoptar medidas más efectivas para estabilizar la moneda y mejorar las condiciones económicas generales.
El panorama sigue siendo incierto, pero para muchas familias venezolanas, las remesas continúan siendo una fuente crucial de supervivencia en tiempos de adversidad.
