EL VENEZOLANO COLOMBIA
Este lunes 3 de septiembre, a las 1:25 p.m., se registró un fuerte bajón eléctrico en diversas zonas de Caracas y al menos 11 estados de Venezuela. La caída en el suministro de energía dejó a varios sectores sin electricidad, intensificando la crisis energética que el país ha venido enfrentando en los últimos años. Este nuevo incidente se suma a una serie de apagones que han afectado al país, exacerbando la situación para millones de venezolanos.
Corte de energía en la Gran Caracas
Los residentes de Caracas fueron testigos de un marcado descenso en el suministro eléctrico que dejó a varias zonas de la capital en la penumbra. Entre los sectores más afectados se encuentran San Bernardino, Sabana Grande, San Martín, Catia, Colinas de Bello Monte, Carrizal, Los Ruices, Guarenas y Guatire.
Estos sectores, que ya han experimentado fluctuaciones en el pasado, vieron cómo la electricidad se desvanecía nuevamente, generando preocupación entre sus habitantes.
Impacto en los Estados de Venezuela
El fenómeno no se limitó a la capital. Diversos estados del país también reportaron interrupciones significativas en el servicio de energía. Entre las entidades más golpeadas están Miranda, Vargas, Aragua, Carabobo, Lara, Zulia, Falcón, Bolívar, Anzoátegui, Barinas y Portuguesa.
Los reportes indican que, en muchas de estas regiones, la luz se fue completamente tras la fluctuación, dejando a numerosas comunidades sin energía eléctrica en pleno día.
Una crisis energética prolongada
Este evento no es un hecho aislado. El pasado viernes 30 de agosto, Venezuela quedó sin luz por un período de aproximadamente 12 horas, afectando a millones de personas en todo el país. Aunque el gobierno de Nicolás Maduro atribuyó este apagón a un supuesto “sabotaje” al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), la realidad es que las fallas en el servicio eléctrico se han vuelto recurrentes.
Desde hace más de una década, los venezolanos han vivido bajo un sistema de racionamientos y cortes de luz que han ido en aumento, afectando la calidad de vida de la población.
Repercusiones y expectativas
El reciente bajón eléctrico pone de manifiesto una vez más la fragilidad del sistema energético venezolano. La falta de mantenimiento, sumada a la limitada inversión en infraestructura, ha llevado a un deterioro progresivo que se traduce en apagones frecuentes y prolongados. A pesar de las explicaciones oficiales, la incertidumbre persiste entre la población, que se enfrenta a la posibilidad de nuevos apagones en cualquier momento. Mientras tanto, el país sigue buscando soluciones a una crisis que parece no tener fin a la vista.