Evacuados 19 migrantes gravemente enfermos en playas de Panamá, varios son venezolanos

◉ Las autoridades panameñas activaron protocolos de emergencia para garantizar su atención médica y seguridad, mientras organizaciones humanitarias solicitan una intervención más amplia

EL VENEZOLANO COLOMBIA

Un grupo de 19 migrantes gravemente enfermos, entre ellos venezolanos y personas de países asiáticos, fueron evacuados de las playas del Pacífico panameño, cerca de la frontera con Colombia. Estos migrantes, varados durante semanas en condiciones precarias, forman parte de un grupo más amplio de más de 100 personas afectadas por problemas de salud, incluyendo un brote de dengue que ha empeorado la situación.

Las autoridades panameñas activaron protocolos de emergencia para garantizar su atención médica y seguridad, mientras organizaciones humanitarias solicitan una intervención más amplia.

Evacuación de migrantes en situación crítica

El Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) de Panamá confirmó la evacuación de 19 migrantes en estado de salud crítico, quienes se encontraban varados en comunidades costeras de la provincia de Darién, una región conocida por ser paso de migrantes hacia Norteamérica. Entre los rescatados se encuentran hombres, mujeres y niños de nacionalidades diversas, incluidos venezolanos, así como migrantes de Bangladesh, Sri Lanka e India.

Los migrantes fueron trasladados a la estación de recepción de Lajas Blancas, donde están recibiendo atención médica especializada. Según las autoridades, estos individuos presentaban graves complicaciones de salud tras pasar varias semanas expuestos a condiciones extremas sin acceso a servicios médicos o agua potable.

Crisis humanitaria en el Darién

El grupo de migrantes, compuesto por más de 100 personas, lleva más de 21 días varado en las comunidades de Guayabo, Cocalito y Jaqué, en la costa del Pacífico panameño. Muchos de ellos han sufrido por la falta de alimentos y el limitado acceso a servicios básicos. Además, un brote de dengue en la zona ha complicado aún más la situación de salud, con varios de los afectados mostrando síntomas graves de la enfermedad.

El padre Gustavo Rivas, un sacerdote arraigado en la región de Darién, fue uno de los primeros en alertar sobre la situación crítica de estos migrantes. Rivas, quien ha trabajado en la comunidad de Jaqué durante tres años, hizo un llamado a las autoridades para que se intervenga con urgencia, destacando la vulnerabilidad de los migrantes, especialmente los menores.

Advertencias sobre el uso de rutas no autorizadas

El Senafront también aprovechó la ocasión para exhortar a los migrantes a utilizar las rutas autorizadas de flujo controlado, a fin de evitar los peligros que conllevan los «coyotes», traficantes de personas que operan en la región. Las autoridades subrayaron que estas rutas ilegales no solo exponen a los migrantes a condiciones inhumanas, sino que también los ponen en mayor riesgo de caer enfermos o ser víctimas de violencia.

El Darién, una densa selva que separa Colombia de Panamá, ha sido durante años una de las rutas migratorias más peligrosas hacia el norte del continente. La falta de control y las difíciles condiciones del terreno convierten a esta zona en un lugar de alto riesgo para quienes buscan cruzar hacia América Central y continuar su camino hacia los Estados Unidos.

Brote de dengue en las comunidades costeras

Uno de los mayores factores que ha contribuido al deterioro de la salud de los migrantes varados ha sido un brote de dengue en las comunidades costeras donde se encontraban. El padre Rivas advirtió que muchos de los migrantes, algunos procedentes de China, India y Nepal, han mostrado síntomas de la enfermedad transmitida por mosquitos, lo que ha empeorado su ya precaria situación.

Las autoridades panameñas y las organizaciones de derechos humanos han expresado preocupación por la creciente crisis humanitaria en la región del Darién, donde cientos de migrantes intentan cruzar la peligrosa selva cada año. Este brote de dengue y la falta de atención médica adecuada han puesto de manifiesto la necesidad de una respuesta más rápida y efectiva por parte de las autoridades y organismos internacionales.

Una intervención urgente y necesaria

La evacuación de los 19 migrantes gravemente enfermos en Panamá es solo una pequeña muestra de la crisis humanitaria que afecta a quienes intentan cruzar la región del Darién. Si bien la respuesta del Senafront ha sido crucial para salvar vidas, la situación en esta zona fronteriza sigue siendo alarmante. El brote de dengue, las condiciones adversas y la falta de recursos hacen urgente una intervención más amplia por parte del Gobierno panameño y de la comunidad internacional para atender a estos migrantes vulnerables.

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