EL VENEZOLANO COLOMBIA
El presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, ha reafirmado su compromiso de deportar a los migrantes que atraviesen la selva del Darién en su ruta hacia Estados Unidos. Este anuncio se produjo durante su discurso de proclamación formal como próximo mandatario para el periodo 2024-2029. La medida surge en respuesta al creciente flujo migratorio que atraviesa esta inhóspita región fronteriza con Colombia.
Creciente flujo migratorio
En el último año, más de 520.000 personas, principalmente venezolanos, han cruzado la selva del Darién, generando una presión considerable sobre el gobierno panameño. Esta situación ha llevado a la asignación de recursos para asistir a los migrantes.
En el primer trimestre de este año, las cifras oficiales indican que más de 110.000 personas han emprendido la travesía a través de esta jungla.
Compromiso con la repatriación
Mulino ha dejado claro su compromiso de iniciar un proceso de repatriación con la ayuda internacional, asegurando el respeto absoluto a los derechos humanos de todas las personas involucradas en este flujo migratorio.
El objetivo es poner fin a lo que él denomina «la Odisea del Darién», considerando que esta situación no tiene justificación.
Cierre del Darién
El presidente electo había adelantado previamente su intención de «cerrar» el Darién durante su campaña electoral. Este corredor de 266 km de longitud y 575.000 hectáreas de superficie se ha convertido en una vía de paso para los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos desde Sudamérica.
Mulino enfatizó que el Darién no es una ruta de tránsito y reiteró su posición de devolver a sus países de origen a quienes ingresen a Panamá por esta vía.
Desafíos y presiones externas
La migración es un tema crucial en la campaña electoral estadounidense, con el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, anunciando recientemente una considerable ayuda financiera para América Latina, así como sanciones para aquellos que faciliten la migración irregular.
Esto se produce en un contexto donde unos 2,8 millones de migrantes ingresan anualmente a Estados Unidos de forma irregular, ejerciendo presión adicional sobre el gobierno estadounidense, especialmente en el año de la reelección del presidente demócrata Joe Biden.
Impacto en América Central
La situación migratoria también afecta a América Central, con cientos de miles de migrantes, en su mayoría venezolanos, viajando a través del istmo tras cruzar a pie la inhóspita selva del Darién. Esta travesía se realiza en condiciones extremadamente peligrosas, ya que la región está infestada de bandas criminales que atacan, violan y asesinan a los migrantes indefensos.
En conclusión, la postura de Mulino de deportar a los migrantes que atraviesen el Darién refleja los desafíos y las tensiones generadas por el flujo migratorio en la región, así como las complejidades políticas y humanitarias involucradas en la gestión de este fenómeno.