EL VENEZOLANO COLOMBIA
En lo que va del año, más de 88 mil venezolanos han cruzado la selva del Darién en busca de mejores oportunidades. Esta travesía por la peligrosa región ha convertido a este corredor en uno de los más transitados de la región en los últimos años.
Un fenómeno migratorio sin precedentes
Según el Ministerio de Seguridad Pública de Panamá, la cantidad de migrantes que han atravesado el Darién de enero a abril ha alcanzado los 88.660, marcando una cifra récord y preocupante.
Dentro de este flujo migratorio, se destaca que el 20% son menores de edad, lo cual plantea un desafío adicional en términos de protección y atención humanitaria.
Variaciones mensuales en el tráfico migratorio
El mes de abril registró un flujo menor al promedio, con 29.259 personas cruzando la zona, lo que sugiere una fluctuación en el número de migrantes que eligen esta peligrosa ruta.
Por otro lado, febrero fue el período con mayor tránsito, alcanzando la cifra de 37.166 migrantes de paso, evidenciando la variabilidad en el flujo migratorio a lo largo del año.
Un desafío continuo para las autoridades
El año 2023 cerró con un total de 520.085 migrantes cruzando el Darién, siendo los venezolanos, ecuatorianos y haitianos las nacionalidades más recurrentes en esta travesía. Esta situación plantea un desafío constante para las autoridades panameñas y colombianas, quienes deben hacer frente a las necesidades humanitarias de los migrantes, garantizando su seguridad y bienestar en un trayecto tan arriesgado.
El incremento en el flujo migratorio por el Darién representa un desafío humanitario que requiere de una respuesta coordinada y efectiva por parte de los gobiernos de la región. Es fundamental que se garantice la protección de los derechos de los migrantes, especialmente de aquellos más vulnerables como los menores de edad.
Se hace necesario fortalecer los mecanismos de cooperación internacional y brindar apoyo humanitario a quienes se embarcan en esta travesía en busca de un futuro mejor. La situación en el Darién nos recuerda la urgencia de abordar las causas estructurales de la migración y trabajar en la construcción de sociedades más inclusivas y equitativas.