EL VENEZOLANO COLOMBIA
La detención de Rocío San Miguel, reconocida activista de derechos humanos en Venezuela, ha generado consternación y preocupación a nivel nacional e internacional.
Este incidente refleja el continuo deterioro del espacio cívico en el país y la persecución sistemática contra quienes defienden los derechos fundamentales.
Represión en Venezuela
La detención arbitraria de Rocío San Miguel, presidenta de la ONG Control Ciudadano, es un claro ejemplo de la represión que enfrentan los defensores de derechos humanos en Venezuela.
Su desaparición forzada por parte del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) es una afrenta a la justicia y los principios democráticos.
Solidaridad con los derechos humanos
Organizaciones de la sociedad civil y entidades internacionales como Amnistía Internacional han exigido la liberación inmediata de Rocío San Miguel.
Su detención se suma a una larga lista de abusos contra quienes luchan por la justicia y la libertad en el país, generando un llamado urgente a la solidaridad y la acción internacional.
Persecución a defensores de derechos
Rocío San Miguel es una de las muchas víctimas de la persecución política en Venezuela. Su activismo en temas militares y derechos humanos la ha puesto en la mira del régimen de Maduro, que utiliza presuntas conspiraciones como pretexto para silenciar voces críticas y disidentes.
Rocío San Miguel y la lista Tascón
La lucha de Rocío San Miguel contra la Lista Tascón, una herramienta de persecución política utilizada durante el gobierno de Hugo Chávez, evidencia su compromiso con la justicia y la verdad.
Su detención es un intento de silenciar su voz y socavar su labor en la defensa de los derechos fundamentales en Venezuela.
Alerta Internacional por los presos políticos:
La detención de Rocío San Miguel se enmarca en un contexto más amplio de represión y violación de derechos humanos en Venezuela. Con más de 260 presos políticos, según cifras del Foro Penal, el régimen de Maduro continúa vulnerando las libertades fundamentales y reprimiendo cualquier forma de disidencia.
La detención de Rocío San Miguel es un llamado de alerta sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela. Es imperativo que la comunidad internacional condene enérgicamente este acto de represión y exija su liberación inmediata, así como la de todos los presos políticos en el país. La solidaridad y la acción colectiva son fundamentales para proteger y defender los derechos fundamentales en Venezuela y en cualquier parte del mundo.