EL VENEZOLANO COLOMBIA
En el inicio del año 2024, los migrantes venezolanos en Colombia expresan su preocupación ante los riesgos derivados de la falta de regularización en el país.
La incertidumbre en torno a la política pública migratoria venezolana plantea desafíos inminentes que podrían impactar a las instituciones colombianas debido al flujo constante de migrantes que buscan escapar de la crisis y que enfrentan la posibilidad de quedarse en la irregularidad.
Flujo continuo de migrantes
La Fundación Juntos Se Puede destaca que persiste el flujo de migrantes venezolanos hacia Colombia, ya sea con intenciones de permanecer en el país o utilizarlo como trampolín hacia otros destinos.
Aunque el Estatuto Temporal de Protección, que incluía un programa estatal de regularización masiva, finalizó en 2023, su cese deja en la incertidumbre a quienes han llegado recientemente a territorio colombiano.
Situación actual y contexto venezolano
La actual situación que genera gran inquietud entre los ciudadanos venezolanos en Colombia sin un estatus legal está relacionada con la carencia de un programa de regularización migratoria. Informes indican que en Venezuela no se observa mejoría en la calidad de vida, agravándose la situación con ataques al espacio cívico, persecuciones y violaciones sistemáticas de derechos, factores determinantes en la movilidad humana.
Riesgos de la migración irregular
Entre los riesgos primordiales de la irregularidad migratoria para los venezolanos en Colombia se destaca la inaccesibilidad a mecanismos ordinarios de administración migratoria, como visados, dado que la mayoría carece de documentos de identificación.
La Fundación Juntos Se Puede alerta sobre la vulnerabilidad extrema de los migrantes, señalando que la irregularidad propicia dinámicas criminales y economías ilícitas que afectan a la sociedad colombiana y debilitan el Estado de derecho.
Alerta a la institucionalidad colombiana
La situación actual busca alertar a las instituciones colombianas sobre la urgente necesidad de establecer canales de atención frente a estas dinámicas de movilidad.
Destacando la reputación de Colombia en el respeto a la normativa internacional y la defensa de los derechos humanos, la Fundación Juntos Se Puede enfatiza la importancia de seguir apostando por la regularidad migratoria como un pilar fundamental para proteger los derechos de las personas y contribuir al desarrollo integral del país.
En conclusión, es imperativo que Colombia, con su historial de respeto a la normativa internacional y esfuerzos en la protección de los derechos humanos, continúe priorizando la regularización migratoria. Esto no solo resguardará los derechos de los migrantes venezolanos, sino que también les permitirá contribuir significativamente al desarrollo integral del país anfitrión. Se recomienda la implementación de medidas que atiendan las dinámicas de movilidad y fortalezcan la protección de los derechos humanos en el contexto migratorio.