EL VENEZOLANO COLOMBIA
En un informe alarmante, Médicos Sin Fronteras (MSF) reveló que al menos 676 migrantes, mayormente mujeres, fueron víctimas de violencia sexual en el Tapón del Darién, la densa selva que separa a Colombia y Panamá.
Estas cifras, junto con el preocupante aumento de casos en el último mes del año, resaltan una crisis humanitaria que exige una respuesta urgente.
Aumento preocupante
MSF ha registrado un aumento alarmante en los casos de violencia sexual en el Tapón del Darién.
En diciembre, el número de víctimas alcanzó su punto más alto, con 214 casos reportados, lo que refleja una situación cada vez más grave y preocupante.
Impacto devastador
La coordinadora médica de MSF en Colombia y Panamá, Carmenza Gálvez, expresó su indignación ante estos actos de violencia, subrayando la necesidad urgente de acciones efectivas por parte de los gobiernos para proteger la seguridad y la dignidad de los migrantes que atraviesan esta peligrosa ruta.
MSF enfatizó la importancia de una atención médica rápida y efectiva para las víctimas de violencia sexual, destacando la necesidad de identificar y brindar apoyo a los sobrevivientes lo antes posible para prevenir complicaciones de salud y traumas adicionales.
Desafíos en la identificación
A pesar de los esfuerzos del equipo médico y de apoyo social de MSF, existe una preocupación por el subregistro de casos, lo que dificulta la identificación y atención oportuna de las víctimas. Es fundamental mejorar los mecanismos de identificación y seguimiento para garantizar una respuesta efectiva.
Ante esta alarmante situación, es crucial que los gobiernos de la región tomen medidas concretas para proteger a los migrantes y prevenir la violencia sexual en el Tapón del Darién. Se requiere una acción coordinada entre los países afectados, organizaciones humanitarias y la comunidad internacional para abordar este problema de manera integral y garantizar la seguridad y dignidad de quienes cruzan esta peligrosa ruta en busca de una vida mejor.