EL VENEZOLANO COLOMBIA
La desaparición de 38 personas, incluyendo 4 ciudadanos del Táchira, en la Isla San Andrés ha desatado una serie de interrogantes y preocupaciones en sus familiares.
El incidente ocurrido el 21 de octubre en la embarcación IASS-II ha desencadenado un drama marcado por una compleja trama de desinformación y falta de respuestas oficiales.
Desaparición y señales confusas
A un mes de la desaparición, algunos de los desaparecidos han mostrado actividad en redes sociales y sus teléfonos permanecen activos.
Además, los pasaportes hallados intactos en Costa Rica han generado sospechas de un posible secuestro por parte de una red de trata de personas, publicó en su versión web el diario La Opinión
Relatos desconcertantes de testigos
Los relatos de testigos cercanos de los desaparecidos presentan una narrativa confusa.
Según algunos testimonios, los desaparecidos aparentemente regresaron a la isla después de zarpar, sugiriendo una posible manipulación de la escena para simular un accidente.
Respuestas insuficientes y obstáculos en la búsqueda
Los esfuerzos de búsqueda y denuncia se han visto obstaculizados por la falta de colaboración de las autoridades. La Guardia Costera y la Policía han restringido las acciones de búsqueda y han generado dificultades para interponer denuncias, además de no brindar información clara sobre la desaparición.
En medio de esta situación compleja y llena de interrogantes, es crucial que las autoridades de Colombia y Venezuela colaboren activamente para aclarar lo sucedido y encontrar a los desaparecidos. Se insta a la activación de protocolos internacionales, una mayor transparencia en la información proporcionada a las familias afectadas, así como una investigación exhaustiva que esclarezca los hechos y brinde respuestas a los familiares que hoy viven la angustia de la incertidumbre.