EL VENEZOLANO COLOMBIA
La Federación Venezolana de Maestros (FVM) ha emitido un informe alarmante sobre la situación educativa en Venezuela.
Según la FVM, un docente venezolano necesita casi 30 salarios mínimos para mantenerse, mientras que los padres requieren aproximadamente 315 sueldos mínimos para cubrir los gastos de útiles y uniformes escolares de sus hijos. Esta crisis ha llevado a la migración de educadores y plantea desafíos significativos para el sistema educativo.
Salarios Estancados
El sueldo venezolano sigue en un estancamiento crítico, manteniéndose en 130 bolívares o el equivalente a cuatro dólares según la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV).
Esta precariedad salarial ha provocado que el 30 % de los educadores venezolanos busquen oportunidades laborales en el extranjero en busca de una vida más sostenible.
Persistencia de Protestas
La presidenta de la FVM, Carmen Teresa Márquez, destaca que a pesar de 2.000 días de negociaciones, protestas y reuniones, el gobierno no ha proporcionado respuestas efectivas a las demandas del magisterio. En un contexto de más de 3.000 protestas en el país, la situación educativa se ve amenazada y los estudiantes enfrentan desafíos en su aprendizaje.
Escuelas en Mal Estado
Márquez informa que el 60 % de las escuelas en Venezuela carece de infraestructura y servicios básicos, como electricidad y agua potable. Esta falta de condiciones adecuadas plantea interrogantes sobre cómo comenzar un año escolar en tales circunstancias. La presidenta de la FVM enfatiza la necesidad de la unidad de la sociedad civil y la movilización para garantizar derechos laborales, la recuperación de las escuelas y el acceso al transporte y la alimentación.
Incógnita del Horario Mosaico
El horario mosaico, implementado por muchos maestros durante el año escolar anterior, sigue siendo una incógnita. Esta medida, que redujo drásticamente la cantidad de días de clase, fue una respuesta de emergencia a la crisis salarial. La FVM aún no ha determinado si continuará esta modalidad en el nuevo período académico, y el Ministerio de Educación no ha emitido pronunciamientos al respecto.
La crisis educativa en Venezuela requiere una atención urgente y acciones concretas. El gobierno debe abordar las demandas de los maestros y garantizar salarios dignos. Además, es esencial mejorar las condiciones de las escuelas para asegurar un entorno de aprendizaje adecuado. La incertidumbre en torno al horario mosaico debe resolverse con transparencia y considerando las necesidades de los estudiantes. La comunidad internacional debe seguir de cerca esta situación y ofrecer apoyo en la búsqueda de soluciones.