EL VENEZOLANO COLOMBIA
La travesía de los niños migrantes solos a través de la selva del Tapón del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá, representa una peligrosa realidad que está cobrando cada vez más protagonismo. Estos niños, que se enfrentan a condiciones extremas y a la separación de sus familiares, ponen en riesgo su vida al intentar cruzar esta ruta migratoria.
El incremento alarmante de menores no acompañados en esta travesía ha llamado la atención de organismos internacionales, como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que alerta sobre la urgente necesidad de abordar este problema.
Los desafíos de la travesía por el Tapón del Darién
La travesía por el Tapón del Darién es considerada una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo. Los niños migrantes, acompañados o no, se enfrentan a terrenos accidentados, fuertes corrientes de ríos, pantanos y peligros naturales como serpientes y enfermedades.
Además, se encuentran expuestos a la presencia de bandas de traficantes de personas y paramilitares que extorsionan y atacan a los migrantes. Estas condiciones adversas hacen de esta travesía una experiencia extremadamente riesgosa para los niños que se aventuran en ella.
El incremento alarmante de menores no acompañados
Según datos oficiales de UNICEF, el número de menores que atraviesan el Tapón del Darién solos ha experimentado un aumento significativo en los últimos años. De enero a abril de 2023, se registró un número récord de menores migrantes llegados a Panamá después de cruzar esta selva.
El incremento es notable en comparación con el mismo periodo del año anterior. Estos niños enfrentan la travesía sin la protección de sus padres o familiares, exponiéndose a un mayor riesgo de abusos y peligros.
Los peligros y consecuencias para los niños migrantes
La selva del Tapón del Darién presenta numerosos peligros para los niños migrantes. Además de los riesgos físicos, como deslaves, falta de agua potable y peligros naturales, los menores también están expuestos a robos, violaciones y trata de personas por parte de grupos delictivos que operan en la región.
Estas experiencias traumáticas dejan secuelas emocionales y psicológicas en los niños, afectando su bienestar y desarrollo.
El aumento exponencial de menores no acompañados en la travesía por la selva del Tapón del Darién es un problema crítico que requiere atención urgente.
El riesgo al que se enfrentan estos niños migrantes es extremadamente alto, y es responsabilidad de la comunidad internacional tomar medidas para proteger y garantizar los derechos de estos niños.
Es necesario abordar las condiciones socioeconómicas que impulsan la migración y brindar apoyo humanitario adecuado para evitar que más infancias se pierdan en la selva.