EL VENEZOLANO COLOMBIA | CORREO DEL CARONÍ
Marianela Balbi, directora del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS Venezuela), denunció que más de 7 millones de venezolanos están en desiertos informativos; es decir, que solo tienen un medio de comunicación para informarse o ninguno dependiendo del tamaño del municipio.
Dichos resultados los obtuvieron mediante un estudio del IPYS aplicado en cada municipio del país y que será publicado a finales del mes de mayo. Allí le preguntaron a los ciudadanos cuáles son sus fuentes informativas, según explicó Balbi durante una entrevista en el programa Háblame Bajito de Radio Fe y Alegría Noticias.
“Lo que estamos viendo es que hay una aplicación de un modelo de censura. Durante tanto tiempo vimos cómo han ido desapareciendo los periódicos, la radio está asediada y los portales informativos muchas veces son bloqueados”, lamentó.
Refirió que en Venezuela, cerraron más de 40 portales informativos ya que no se puede ingresar a ellos sin activar una VPN -red privada virtual que cambia la dirección IP a la de otro país-.
“Para un ciudadano común, bajar una VPN que, además, a veces tiene costo para poder acceder a un portal informativo, es pedir demasiado. Tú tienes que facilitar ese flujo informativo; no debes restringirlo si te llamas democrático”, sentenció.
A su vez, enalteció los esfuerzos de los periodistas por buscar alternativas que logren romper la censura y acortar los denominados “desiertos informativos”, como por ejemplo visitando las comunidades y poniendo papelógrafos que explican lo que está sucediendo.
Añadió que los medios de comunicación que no enfrentan estos bloqueos son aquellos cuya línea editorial solo informa lo que el Ministerio de Información y Comunicación considera que debe difundirse.
Medios independientes y plurales
Resaltó que desde el IPYS buscan que los medios de comunicación sean independientes y plurales y muestren los distintos enfoques, sin responder a intereses específicos (políticos o religiosos); sino que le den voz a la gente y destaquen los hechos de interés público, develando las injusticias para que sea la audiencia la que decida con qué está de acuerdo y con qué, no.
En este sentido, aseguró que están educando a los periodistas y al resto de la población a comprobar si la información que recibieron es cierta o no, porque en la actualidad circula muchísima desinformación y manipulación desde distintas estructuras que “están intoxicando el espacio público”.
Ante lo que calificó como un discurso estigmatizante, que busca desprestigiar a la prensa y a los periodistas para que la sociedad desconfíe del oficio del comunicador, recomendó conectar con el público.
“Necesitamos ese periodismo colaborativo, restablecer esos puentes, esa credibilidad necesaria sobre la prensa. Eso es lo que uno llama reconstruir tejido”.
Sostuvo que el Estado debe darle a los medios públicos su función de servicio, sin pretender una hegemonía comunicacional únicamente con los medios que se financian desde el mismo y que manejan una sola línea editorial.