El revelador libro del ex jefe del Sebin

◉ El autor despeja dudas en torno a muchos aspectos de aquella jornada. Por ejemplo, si se trataba de un cuartelazo al mejor estilo de los vistos en las américas en el siglo pasado

EL VENEZOLANO COLOMBIA | CRÍMERES SIN CASTIGO

La asonada del 30 de abril de 2019 es un episodio todavía cargado de interrogantes, a pesar de que han transcurrido cuatro años desde aquella fecha. ¿Es cierto, como aseguraron en su momento voceros del Departamento de Estado de EEUU, que este movimiento contaba con el concurso de los máximos exponentes de instituciones y poderes del país?

¿Por qué el Gobierno hizo caer todo el peso de su represión sobre oficiales subalternos y policías que no contaban con capacidad para organizar una conspiración de tal magnitud, dejando a las posibles cabezas en sus cargos?

El papel fundamental de Manuel Cristopher Figuera

Uno de los actores fundamentales de lo sucedido ese día fue el general de brigada Manuel Cristopher Figuera. Este oficial del Ejército ocupaba para el momento la dirección del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).

También estaba al frente del oscuro Centro Estratégico de Seguridad y Protección de la Patria (Cesspa). Desde su exilio en EEUU, el general lanzó un polémico libro: 30-A. Día en que Nicolás Maduro pudo caer (California, 2023).

Allí, el autor despeja dudas en torno a muchos aspectos de aquella jornada. Por ejemplo, si se trataba de un cuartelazo al mejor estilo de los vistos en las américas en el siglo pasado, o si fue el resultado de un entendimiento entre sectores del oficialismo y la oposición, en el que desde luego no podían quedar por fuera los militares.

Revelaciones y datos sobre la organización y el fracaso del complot

Estas páginas también arrojan luces en a los factores que ocasionaron el fracaso del complot. Claro está, las derrotas no tienen padrinos, reza el dicho. Con ello se sugiere que muy probablemente el general no esté dispuesto a admitir sus propias fallas. Pero sí aporta numerosos datos que sugieren una organización defectuosa e improvisada, que dejaba espacio para decisión de última hora (atribuida a Leopoldo López) que obligó a adelantar las acciones un día.

Efectivamente, según el ex jefe del Sebin, el plan inicial era para el 1 de mayo, Día del Trabajador. El libro de este general está salpicado de revelaciones sobre operadores del régimen venezolano y de la oposición, algunos muy conocidos y otros que prefieren moverse en las sombras del poder, a menudo en ambos bandos.

A pesar de los defectos en la redacción, 30-A es una obra de lectura obligada para quienes desean comprender a cabalidad la situación actual del país.

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