EL VENEZOLANO COLOMBIA | INFOBAE
La vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, sostiene que varias de las críticas que le formulan provienen de un racismo estructural en la sociedad. Desde Cuba la mandataria contó cómo ese estigma la afectó en su infancia y lo logró afrontar para que ahora, en el poder, no le importe.
“Ser mujer y ser mujer afrodescendiente no es nada fácil”, afirmó Márquez al programa Belly of the Beast en entrevista con la periodista y productora Liz Olivia Fernández desde La Habana, adonde la vicepresidenta colombiana habría asistido como invitada de la Feria del Libro que había celebrado al país como invitado de honor.
La conversación giró principalmente en torno a la identidad afrodescendiente. Márquez señaló que haber nacido negra en el departamento del Cauca, que al igual que todo el pacífico ha vivido la violencia del conflicto nacional, posiblemente sea igual que serlo en cualquier parte del mundo.
“Yo me descubrí negra a los 13 o 14 años”, relató Márquez. “Al principio no quería ser negra, quería ser mestiza, quería tener ojos azules, quería tener cabello lacio, me echaba aliser, sin saber el daño que nos hace porque los químicos, porque duele, porque lastima, pero aguanta porque hay que ser bonita para ser más aceptada en la sociedad”, sostuvo.
Márquez sostuvo que fue a través de un proceso de reconocimiento de la identidad que pudo romper ese vínculo que la ataba al “sistema colonial” que impone que “lo bonito es lo que no se parece a uno”. Una posición que empezó a asumir desde sus 13 años.
“Hoy no me importa, voy con mi cabello natural donde yo quiero, me hago los peinados que yo quiera, me visto como yo quiera, no me pongo a ver si les guste o no, si la élite acepta o no, por supuesto les incomoda que una mujer como yo, afrodescendiente, esté ocupando la casa vicepresidencial con mi autenticidad, con mi identidad”, sostuvo Márquez.
Vicepresidenta de Colombia señala que a la élite colombiana le molesta que sea negra
Para la vicepresidenta, la aceptación social de las personas afrodescendientes depende del “blanqueamiento” durante el ascenso en la sociedad, hasta el punto de eliminar su identidad. Por eso señaló que varias de las críticas que le hacen, por ejemplo en cuanto al acento, hacen parte de un racismo estructural.
Las relaciones con Cuba
La vicepresidenta Márquez se hizo tendencia luego de una entrevista a Semana, en la que se negó a reconocer que Cuba esté bajo una dictadura y en cambio sostuvo que Colombia sí ha estado bajo ese régimen. En la conversación con el medio de comunicación, la vicemandataria fue consultada por su visita a la isla en febrero.
Márquez señaló que “más de mil” médicos colombianos se han formado en La Habana porque en Colombia no encontraron oportunidad para hacerlo. Además, culpó al bloqueo de los Estados Unidos por las situaciones que se viven el país del Caribe.
En la entrevista con Belly of the Beast, la vicepresidenta ya se había referido a ese reconocimiento que tiene sobre los desarrollos que ha alcanzado la isla. “Yo creo que Cuba tiene mucho que enseñarnos a nosotros, el avance en términos de educación en Cuba ha sido un avance enorme. Para nosotros estar aquí es aprender de un camino como lo hizo Cuba, cómo nosotros podemos seguir fortaleciendo, creo que hemos avanzado en Colombia, no tanto como quisiéramos”, señaló.
Para Márquez, el país debe fortalecer la permanencia y el acceso a educación, pero también en promover una formación académica crítica “que no nos borre, sino que nos ayude a seguir emancipándonos”. Reiteró que esa transformación involucra a los textos que se leen porque la historia, sostuvo, no ha sido hecha con los afrodescendientes e indígenas, sino de manera peyorativa sobre esas poblaciones.