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Las dos altas funcionarias estadounidenses que estuvieron en Cuba estos dos últimos días no solamente hablaron con sus contrapartes en la Isla sobre migración. Según un comunicado hecho público este miércoles por la Embajada de Estados Unidos en Cuba, Rena Bitter, subsecretaria de Asuntos Consulares del Departamento de Estado, expresó a los funcionarios cubanos con los que se entrevistó su «preocupación» por la situación de los derechos humanos y pidió al Gobierno «liberar incondicionalmente» a todos los presos políticos.
Tanto Bitter como Ur Mendoza Jaddou, directora del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE UU, visitaron La Habana como el final de una gira de trabajo que también incluyó Guyana y Miami.
En sus reuniones en la Isla, las funcionarias trataron temas como la reanudación por completo de los trámites de visados de inmigrante en la Embajada en La Habana, a partir del próximo 4 de enero, o las visas de diversidad. Además, adelantaron la reanudación de la tramitación de visados K para prometidos en la misma sede diplomática.
Ambas se reunieron el miércoles con el viceministro de Relaciones Exteriores cubano, Carlos Fernández de Cossío, informó en un comunicado la Cancillería, que no hace alusión al tema de los derechos humanos, como sí lo hace EE UU.
Además, adelantaron la reanudación de la tramitación de visados K para prometidos en la misma sede diplomática
Por el contrario, el documento alude a la suspensión hace cinco años, por parte de la anterior Administración estadounidense, de los servicios consulares «bajo un pretexto descartado por científicos e informes oficiales», esto es, el llamado «Síndrome de La Habana», los incidentes de salud sufridos por diplomáticos estadounidenses y canadienses y que Cuba niega.
Exteriores también reprocha al vecino del norte que solo haya concedido a los cubanos en los últimos años alrededor de 4.000 visas anuales, cuando «en los acuerdos migratorios de 1984 Estados Unidos se comprometió a conceder al menos 20.000 visas anuales».
El lamento continúa: «En el último lustro, los cubanos estuvieron obligados a ir a terceros países para todos sus trámites, lo que aumenta los costos y sin certeza de una aprobación, y hay quienes apuestan por una migración irregular que pone en peligros las vidas», refiriéndose a Guyana.
En Georgetown, el lunes, la sede diplomática estadounidense publicó una foto de Bitter y a Mendoza Jaddou junto a la ministra de Servicios Humanos y Seguridad Social de Guyana, Vindhya Persaud, y el ministro de Relaciones Exteriores, Hugh Todd, indicando en un mensaje que conversaron sobre el proceso de adopciones internacionales de La Haya y de «los tiempos de espera reducidos para las visas de no inmigrante en Guyana».
El éxodo de la Isla ha superado las 224.000 personas en tan solo un año, una cifra que sobrepasa, por mucho, las anteriores grandes oleadas migratorias de la Isla, en 1980 y en 1994, y que crece día a día.