EL VENEZOLANO COLOMBIA | 14YMEDIO
Juan Mayedo cruzó el Río Bravo con un grupo de 78 cubanos. La madrugada del 23 de julio se entregaron a la Patrulla Fronteriza en Eagle Pass, Texas, quienes los concentraron con otro grupo de «unos 300 migrantes» de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Guatemala. Lleva más de un mes en Texas y de las personas con las que pasó a EE UU sabe que solo a 42 «les dieron un Parole por ser familias».
A Mayedo le otorgaron una Notificación de Comparecencia (NTA). «Debo ir ante un tribunal de inmigración y un juez decidirá» que pueda permanecer en EE UU, contó a 14ymedio. «En México hice los trámites para refugio y la última cita era para noviembre, pero sin papeles no hay trabajo».
Yenisleidy y su esposo Maikel, junto con sus dos hijos, lograron pasar a EE UU a inicios de esta semana. De acuerdo con el licenciado y defensor de migrantes José Luis Pérez Jiménez, a esta familia de cubanos les otorgaron «un Parole, el documento que les permite ingresar para luego dar comienzo a un proceso migratorio de ajuste».
Pérez tiene conocimiento de que no a todos los cubanos que viajan en núcleo familiar «les están otorgando un Parole, hay a quienes les dan una Notificación de Comparecencia». El litigante precisa que no existe una garantía de que «una vez ingresando a territorio estadounidense se les dé asilo». Entre algunos de estos casos se encuentra la habanera Dayhana Varona, quien aún espera una respuesta.
«Cuba vive una crisis migratoria sin precedentes, otro Mariel, propiciado por un régimen represor, la crisis económica, la escasez que va desde medicamentos hasta comida. En México es notorio este éxodo», expuso el abogado.
La llegada en grupos de 150, 200 y 300 migrantes ha sido referida por el periodista de Fox News, Bill Melugin, quien este jueves retuiteó un video en que decenas de cubanos llegando a Eagles Pass para entregarse a la Patrulla Fronteriza.
A través de Twitter, Melugin ha compartido momentos en que grupos de 300 migrantes se entregan a las autoridades texanas en busca de asilo. El día 15 de agosto testificó la llegada de 75 cubanos y venezolanos, algunos niños entre ellos, y su traslado en camiones.
En lo que va del año fiscal 2022 que inició en octubre, la Patrulla Fronteriza ha detenido a 175.147 cubanos. En julio se registraron 20.099 arrestos. Los picos de esta sangría migratoria se presentaron en los meses de marzo y abril, cuando llegaron a Estados Unidos 66.991 connacionales.
La cifra de 175.147 cubanos es ya histórica, supera en conjunto al éxodo de Mariel, cuando en 1980 emigraron aproximadamente 125.000 cubanos, y de la crisis de los balseros, entre agosto y septiembre de 1994, cuando llegaron a Florida casi 31.000 migrantes.
En la Isla, todo el que ha logrado reunir dinero para marcharse vendiendo sus propiedades o ha conseguido apoyo económico de un familiar emigrado, no lo ha pensado dos veces en «ir a visitar los volcanes», dice entre risas Yankiel, un joven de apenas 25 años que se dedicaba a la barbería en Santiago de Cuba.
Su hermana vive hace más de tres años en México y «reunió para sacarme de este infierno», explica al referirse a lo difícil que se ha vuelto vivir en Cuba por la inflación y la escasez. Aprovechando que han bajado los boletos, la hermana del joven le compró un pasaje para la próxima semana en una agencia de Miami que vende vuelos chárter entre Cuba y Nicaragua.
En su caso volará desde el mismo Santiago de Cuba con Air Century, y hará dos escalas, una en Santo Domingo (República Dominicana) y otra en Kingston (Jamaica) antes de llegar a Managua, detalla Yankiel. El boleto tuvo un costo de 3.900 dólares pero entre abril y junio llegaron a costar 5.500, recuerda el santiaguero.
Mejor suerte con el precio corrió Amaury, que consiguió con la familia de unos amigos en Miami un boleto para Nicaragua en 3.700 dólares. El viaje fue también por Air Century saliendo desde Santiago de Cuba, su ciudad natal, pero solo hizo escala técnica en Kingston por una hora y media y continuó para Managua a donde llegó este viernes en la mañana.
En estos momentos Amaury va camino a la frontera con Honduras. Decidió irse por su cuenta hasta Guatemala y de ahí pagar un coyote hasta la frontera sur de EE UU. «Así ahorro un poquito más para el paso por México», asegura a 14ymedio. «Ese es el trayecto que más me preocupa porque han deportado a varios cubanos, aun andando con coyotes y hasta con documentos, y para Cuba no quiero volver. Pagaré lo que sea para que me dejen seguir».