EL VENEZOLANO COLOMBIA
Aunque distintas organizaciones del país vienen trabajando en los últimos años en la implementación de iniciativas que ayuden a reducir de una vez por todas las brechas de género en el ámbito laboral, cifras recientes del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) revelan que el esfuerzo aún no es suficiente para alcanzar la equidad esperada.
Por eso, estrategias y políticas como las que ha diseñado la Universidad Cooperativa de Colombia (UCC) en ese sentido son dignas de resaltar, como efectivamente ha ocurrido con los dos reconocimientos que le fueron otorgados.
En primer lugar, fue merecedora del Sello Oro Equipares, que la convierte en la única universidad colombiana con esta distinción, y además ocupó el segundo puesto en el Ránking Par, siendo la única institución de educación superior de Latinoamérica en hacer parte de ese importante listado de la región, lo que demuestra su decidido compromiso no solo con la calidad académica sino con el cierre de brechas.
Sobre el primero, por medio del Sistema de Gestión de Equidad Laboral Sello Equipares, el claustro busca el cierre de brechas existentes entre hombres y mujeres en el entorno laboral, y desde el proceso de selección y promoción de personal se garantizan las mismas oportunidades para ambos sexos, centrando la valoración en las competencias y evitando los estereotipos de género.
“Se trabaja por mantener un lenguaje incluyente en la descripción de los puestos de trabajo, los perfiles, los canales de reclutamiento, la publicación de las ofertas laborales, las entrevistas y pruebas de selección, entre otras. Todo esto permite valorar a hombres y mujeres con criterios objetivos, libres de cualquier forma de discriminación”, explica Maritza Rondón Rangel, rectora de la Universidad Cooperativa de Colombia.
A esto se suman otras acciones como contar con un manual de comunicación inclusiva y no sexista, un comité de equidad de género, un plan de beneficios con medidas de conciliación familiar, personal y laboral, una política de permisos, una licencia de maternidad y paternidad extendida, auxilios económicos, educativos y tiempo para compartir en familia, un protocolo contra el acoso sexual y laboral, el mejoramiento del clima laboral y una política de compensación con equidad, tareas que fueron tenidas en cuenta para el Ránking Par.
Sobre la evolución de todo este proceso, explica que entendiendo su responsabilidad con el cierre de brechas sociales y económicas desde el enfoque de género, en 2019 declaran la política de inclusión e interculturalidad, soportada en la educación inclusiva, la equidad de género y la inclusión social y económica, como medio para favorecer el acceso a la educación superior de calidad.
“Esto se traduce en una propuesta formativa que da respuesta a los requerimientos de los territorios donde se tiene presencia, contribuyendo a la generación de oportunidades en el mercado laboral y la apertura de nuevos mercados. Esto se soporta en un modelo educativo que tiene como fin ‘educar para el mundo de la vida’, partiendo del respeto a la diversidad, la solidaridad y la equidad”, precisa Rondón Rangel.
Igualmente, conscientes de que la transformación digital puede ser una amenaza o una oportunidad para la igualdad de género en el mercado laboral y para combatir la segregación ocupacional, desde la oferta de educación continua y los programas de ETDH, la UCC promueve el acceso y la participación de las mujeres en los procesos formativos en torno a las nuevas tecnologías, la computación, la realidad virtual, y el uso y optimización de las herramientas ofimáticas, entre otros.
Medidas de protección
De acuerdo con la rectora de la Universidad, para haber llegado a este importante nivel de equidad han sido determinantes diferentes aspectos que refuerzan esta iniciativa. Por un lado está el acompañamiento, pues desde la Red de Enlace y Apoyo laboral la institución promueve la articulación de las estudiantes a la ruta de empleabilidad, la cual comprende espacios de asesoría, orientación y formación individual o grupal en temas relacionados con el fortalecimiento de las competencias laborales, socioemocionales, técnico laborales y habilidades para participar en los procesos de selección. A través de esta Red se promueve el desarrollo de procesos de selección en las empresas desde el enfoque de género.
Así mismo, trabaja en el empoderamiento de las mujeres. A partir del desarrollo de diferentes acciones desde el enfoque de la economía solidaria, la Universidad lidera espacios con mujeres rurales enfocados en fortalecer sus capacidades de liderazgo, técnicas y administrativas, que se traduzcan en el desarrollo de proyectos de emprendimiento que se traducen en el mejoramiento de la calidad de vida de sus familias y del entorno.
Mientras que en materia de eliminación del acoso y de las violencias basadas en género, y enmarcada en la política de equidad de género que impacta tanto a estudiantes como a empleados con efecto extendido en las comunidades de influencia –a través de los consultorios jurídicos, centros de conciliación y brigadas de servicio con colectividades en condición de vulnerabilidad– se desarrollan espacios de sensibilización y concienciación sobre el respeto a la diversidad y la construcción de relaciones equitativas entre hombres y mujeres, garantizando la igualdad de trato y de oportunidades, libre de cualquier tipo de acoso, discriminación, hostigamiento o violencia, según indican los portavoces.
Con el objetivo de proteger los derechos de las personas, la Universidad cuenta con un protocolo y rutas para la detección, prevención y atención al acoso y las violencias basadas en género, las cuales se articulan en las 19 ciudades donde se tiene presencia, apoyada en entidades públicas y privadas relacionadas con estos temas. Ese protocolo y las rutas están dispuestos para estudiantes, personal administrativo y profesoral.
Adicionalmente, a través de la Escuela de género, se desarrollan procesos formativos e informativos orientados a generar desde el conocimiento la apropiación de las herramientas protectoras que requiera la persona; a esto se suman una serie de profesionales dispuestos a brindar el acompañamiento, asesoría y orientación requeridos según cada caso.
Con respecto a los desafíos que tiene la UCC en esa línea, citan la consolidación del proceso de transformación cultural, en donde la equidad de género sea un elemento transversal con efecto extendido a las familias del estudiantado, personal administrativo y profesorado.
De la misma manera, quiere extender los aprendizajes en relación con la equidad de género en el ámbito organizacional con las empresas proveedoras y entidades aliadas, de tal forma que se afiance una gran red nacional, por el nivel de cobertura de la Universidad, que incida en el cierre de brechas en los procesos de contratación de estas.
También le apuntan al sostenimiento de las buenas prácticas, la generación de los planes de acción a partir del comportamiento de los indicadores, el avance en las medidas de conciliación de la vida laboral, personal y familiar, acordes a la realidad y el momento de vida en que se encuentran las comunidades profesoral y administrativa.
Además, consolidar una oferta que incentive la mayor participación de las mujeres y de la comunidad LGTBQ+ en carreras Steam, fortalecer la oferta enfocada en nuevas tecnologías, la computación, la realidad virtual, uso y optimización de las herramientas
ofimáticas, y continuar con el proceso de reconocerse permanentemente como una institución que desaprende y aprende para adaptarse a las exigencias y requerimientos del entorno desde el enfoque de género.
◉ Con información de Portafolio