EL VENEZOLANO COLOMBIA
Bogotá comenzó a reactivar su sector gastronómico con restaurantes al aire en siete sectores de la ciudad donde los comerciantes reanudaron su atención a la mesa con la esperanza de recuperar lo perdido durante los más de cinco meses que duró la cuarentena decretada para combatir la COVID-19.
Con el programa «Bogotá a cielo abierto» de la Alcaldía, los restaurantes, cafés, cafeterías y gastrobares que brinden servicio a la mesa en lugares abiertos pueden volver a atender con una ocupación del 30 % de su aforo al aire libre y del 25 % al interior.
El plan piloto de esta iniciativa fue diseñado para ser ejecutado en 100 calles de siete de las 20 localidades de la ciudad.
ALMUERZO EN EL CENTRO HISTÓRICO
Una de esas zonas es la de La Candelaria, el centro histórico de la ciudad, a donde hoy llegaron decenas de comensales curiosos que buscaban comer en un restaurante tras llevar casi todo el año sin hacerlo.
En el Chorro de Quevedo, una pequeña plazoleta donde fue fundada la ciudad el 6 de agosto de 1538, hoy volvieron a renacer reconocidos restaurantes como El Gato Gris, cuyo fundador, Arturo Morales, dice que desde que cerraron comenzaron «a trabajar para abrir, a hacer lluvias de ideas, a investigar cómo podíamos trabajar, sobrevivir, y nació esta idea de un restaurante al aire libre».
«El sueño que tenemos nosotros es el de ir recuperando poco a poco lo que hemos perdido», explicó a Efe el empresario y agregó que cree que «empezar de cero da la posibilidad de tener todo por crear».
Una de sus primeras comensales fue Constanza Leyton, quien valoró la ida a este restaurante como «la mejor experiencia después de un encierro tan largo» y que justo hoy salió el sol a diferencia del miércoles, cuando cayó un aguacero que hubiera hecho imposible este plan.
PROTOCOLO DE BIOSEGURIDAD
Con pintadas sobre el asfalto; distanciamiento entre una y otra mesa, y camareros con mascarillas y caretas, los comerciantes atendieron a los ciudadanos que apartaron a través de una aplicación móvil un puesto para ir a almorzar a los restaurantes que extrañaron durante toda la cuarentena.
La anfitriona de «Bogotá a cielo abierto» en el Chorro de Quevedo, Luisa Umaña, explicó a Efe que «esta reapertura significa un nuevo comienzo hacia el futuro, significa esperanza tanto para las personas que trabajan en el sector gastronómico como para los comensales».
En la zona que dirige, son aproximadamente 15 los restaurantes que atendieron a la mesa este jueves y gracias a ello se están beneficiando decenas de personas que trabajan en temas de logística, cocina y atención al cliente.
«Manejamos un control de aforo, es decir que las personas que participen deben haber hecho una reserva antes. Cuando lleguen acá se les hace el control de temperatura, desinfección de manos y pies y mediante un código QR ellos pueden ingresar sus datos para nosotros mantener el control», expresó.
Durante la primera jornada, los restaurantes de la zona estuvieron acompañados por cuenteros e incluso por músicos de la Orquesta Filarmónica de Bogotá que acompañaron con diversos ritmos el almuerzo de una ciudad que trata de volver a la normalidad a pesar de la COVID-19.