EL VENEZOLANO COLOMBIA | EL ESPECTADOR
Una investigación de la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER por sus siglas en inglés) puso en relieve la relación de los flujos de migrantes y el crimen violento. Su estudio se centró en determinar el fenómeno migratorio de 2016 de venezolanos a Colombia. La investigación evidenció que en las ciudades más cercanas a los pasos fronterizos los homicidios de venezolanos se dispararon. Los expertos opinan que la razón del fenómeno estaría atribuida a la xenofobia.
El documento analizó los índices de criminalidad en Colombia, antes y después de la ola migratoria de 2016. Por ejemplo, en una encuesta citada por la investigación realizada en Cúcuta (Norte de Santander), uno de los puntos migratorios más claves con ese país, casi dos tercios de los habitantes consideraron a los migrantes como una amenaza para la ciudad. El panorama parece no ser diferente en el resto del país de acuerdo con la encuesta de OxFam del año pasado.
Según con la muestra tomada por la organización, el 74 % de los colombianos cree que la migración aumenta la delincuencia y la inseguridad, un porcentaje mayor que en Ecuador (68 %) y Perú (70 %), países que también son receptores de migrantes venezolanos. La situación también parece dar pistas de su gravedad en las instituciones nacionales. Por ejemplo, en Medicina Legal el aumento de migrantes venezolanos desde el 2016 encendió las alarmas.
La investigación tomó como referencia la tasa de homicidios registrados entre 2010 y 2015. De acuerdo con cifras de Medicina Legal, en 2015 los homicidios registrados indicaron que en hubo 95 casos en Arauca, 188 en La Guajira y 357 en Norte de Santander. Allí, la ciudad con más homicidios de esta clase fue Cúcuta con un total de 184. Para 2016, Arauca reportó 94 asesinatos, La Guajira 195 y Norte de Santander 522 homicidios. En Cúcuta 276 personas fueron asesinadas ese año.
De acuerdo con el documento, “tras el cierre y posterior reapertura de la frontera, (…) no encontramos evidencia estadísticamente significativa de un aumento en los homicidios contra colombianos”. Para Brian Knight y Ana Tribin, autores de la investigación, la situación no es casual. “Esta ola ha llevado a percepciones anti-inmigrantes y una reacción violenta entre los locales”. Además, la investigación arrojó otro agravante alrededor de los homicidios:
Según cifras de Medicina Legal entre 2017 y 2018, 291 migrantes venezolanos fueron asesinados en el país y aunque la mayoría de los casos tienen procesos que adelanta la Fiscalía para esclarecer las causas y los responsables, la investigación detectó una falla en la justicia. Según el documento, “los resultados sugieren que el aumento de homicidios cerca de la frontera documentado ha ocurrido sin un aumento correspondiente en los arrestos, lo que sugiere que algunos de estos crímenes han quedado sin resolver”. Otro agravante es que, al reabrirse la frontera con Venezuela, “la policía no registró la nacionalidad de las víctimas en los crímenes contra venezolanos”, señala el documento.
Tras cuatro años de flujo migratorio contante, las cifras son alarmantes. El año pasado fue el más violento para la población migrante venezolana que reside en Colombia. 1.015 homicidios fueron reportados y la emergencia sanitaria para recrudecer la situación. De acuerdo con la investigación de Knight y Tribin, más de la mitad de los colombianos (54 % para ser exactos) están a favor de cerrar la frontera. De acuerdo con cifras de Medicina Legal, en lo que va corrido de este año, en las cifras han tenido un alza: en los primeros cuatro meses del 2020 se reportaron 278.
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