Uno de los desafíos más importantes que enfrentan los Gobiernos de los países en desarrollo es el de lograr que sus economías crezcan rápidamente.
Como lograr este objetivo es el tema de muchas discusiones, durante las cuales se citan con frecuencia los logros económicos de Corea del Sur, Singapur, Taiwán y Hong Kong como ejemplos del éxito de las políticas de desarrollo económico que facilitan la operación de una economía de libre mercado.
A la fecha se han acumulado datos e información suficiente como para analizar los éxitos y fracasos logrados por los dos sistemas de desarrollo económico: el Estatismo o Socialismo y el Libre Mercado. Es cada vez más evidente que los países con mercados libres han obtenido tasas de crecimiento y desarrollo económico, salarios reales, productividad e ingresos per cápita más altos que los países con sistemas de planificación Central y economías intervenidas.
En Asia, las experiencias exitosas del libre mercado como sistema de desarrollo económico, además de los países antes mencionados, se ha reflejado también en la transformación ocurrida en la política económica de China quien a partir de 1978 introdujo políticas favorables al libre mercado.
India ofrece también otro ejemplo del éxito de las medidas económicas que procuran remover los obstáculos al funcionamiento del mercado. En 1985, el Gobierno de Rajiv Ghandi redujo los impuestos considerablemente, y se logró un auge en la Bolsa de Bombay.
El Caso de Hong Kong
Quizás uno de los mejores ejemplos del éxito del libre mercado se encuentre en el desarrollo económico espectacular que ha gozado y logró la Ex-Colonia Británica de Hong Kong, hazaña que fue lograda pese a la existencia de toda suerte de obstáculos y sin necesidad de recurrir a la ayuda externa.
Hong Kong, está situado en la costa sureste de China. Es un pequeño territorio de aproximadamente 1045 km2, algo más pequeño que la Isla de Margarita. Apenas el 9% de su territorio es fértil y de uso agrícola, lo demás no es apto para la producción. Hong Kong, carece de recursos naturales dado que está asentada sobre formaciones de roca granítica. Hong Kong es incapaz de autobastecerse de alimentos, y le ha sido difícil el suministro adecuado de agua potable. Así es que casi todo debe ser importado.
Gran Bretaña adquirió la Isla de Hong Kong en 1842 bajo el Tratado de Nanking para que sirviera de Puerto de acceso al comercio con China. Después de la segunda Guerra Anglo-china, en 1860, la península de Kaulun y la isla Stonecutter le fueron cedidas también. Por medio de la Convención de Pekín de 1898, China cedió a Gran Bretaña los nuevos territorios por una período de 99 años, el cual venció en 1997.
Durante la administración británica después de la segunda Guerra Mundial, la Colonia de Hong Kong, tuvo una gran transformación económica y un alto y sostenido crecimiento económico. En 1985 incluso, el ingreso per cápita de Hong Kong excedió al de Gran Bretaña. Es decir, durante una sola generación, Hong Kong, un territorio pobre, sin recursos naturales y densamente poblado, sobrepasó los ingresos de una nación Europea industrializada.
El crecimiento sostenido de las exportaciones de productos Industriales de Hong Kong ha sido un factor principal en su crecimiento económico. Hasta 1982 su economía creció a una tasa de casi 8% de manera permanente y sostenida. Solo a partir de esa fecha cuando China anunció que retomaría la soberanía de la Colonia, comenzaron los problemas y las crisis política en este país. Cuales fueron los factores responsables del milagro económico de Hong Kong? La respuesta a esta pregunta se encuentra en las políticas económicas y presupuestarias de la Colonia. Las primeras fueron diseñadas para estimular la actividad privada, las segundas aseguraron que el Gobierno no fuera a estorbar el libre funcionamiento del mercado.
Los impuestos fueron muy bajos y reducidos. No hubo discriminación entre residentes y extranjeros en la política fiscal. Esto significa que los inversionistas extranjeros disfrutan de los mismos derechos de propiedad privada que los residentes. Hong Kong es un Puerto Libre, es decir la mayoría de las importaciones y exportaciones, tanto sean de materia prima como productos manufacturados, no pagan impuestos, a excepción de uno de registro.
Hong Kong es un mercado financiero completamente libre ya que no existen restricciones de cambio. Por eso, le ha sido posible atraer una gran cantidad de capital que ha servido para financiar el desarrollo industrial de la Colonia y la ha convertido en uno de los principales centros financieros del mundo. La moneda el dólar de Hong Kong está ligada al dólar americano a una paridad fija de 7. 80 dólares de Hong Kong por cada dólar estadounidense. Esto significa que la emisión de circulante debe ser respaldada por una reserva suficiente de dólares americanos. Es decir la banca oficial solo puede emitir circulante luego de haber adquirido dólares americanos, ya sea por intermedio de un superávit en la balanza de pagos o de la afluencia de capital extranjero. Las formalidades para establecer empresas son pocas y de costo reducido. En Hong Kong no existe salario mínimo. Los sueldos fluctúan con la actividad económica. El mercado laboral es totalmente libre.
La filosofía impositiva de Hong Kong se basa en las noción de que las de impuestos relativamente bajas incentivan la producción y, por lo tanto, facilitan el crecimiento rápido de la actividad económica. A su vez, al aumentar la actividad económica aumenta el empleo y los ingresos personales, y por lo tanto, las recaudaciones fiscales.
La Espada de Damocles a todo lo logrado
El 18 de Julio de 1982, fecha en que China anunció su intención de reclamar la soberanía sobre Hong Kong en 1997, a partir de allí el futuro de Hong Kong se ha tornado dudoso. Esto es un caso de éxito de libre mercado que ahora los chinos pretenden modificar y establecer un control que ha comenzado a erosionar los logros y éxitos que se habían conseguido. En 1997 China se comprometió durante 50 años más a no modificar el sistema económico de libre mercado en Hong Kong, pero han comenzado los problemas.
El tiempo dirá, si Hong Kong logrará mantener su sistema económico y las libertades personales de que había gozado hasta ahora. Hong Kong, es un ejemplo más para los venezolanos de luchar por cambiar el sistema. Tenemos que Desafiar al Régimen y Cuestionar el sistema.
Tenemos que parar la Destrucción. Nos hemos quedado sin instituciones. No será fácil contener los demonios de la destrucción en democracia, porque tratarán de obstaculizar todo. Venezuela tiene que defender con todo la Libertad y el derecho a ser un País de Primer Mundo.