Por: Haryanna Lagonell Briceño | El Venezolano Colombia
Maribel Torbello es enfermera, tiene 42 años y es oriunda de Barquisimeto, Estado Lara. En esta entrega de Venezolanos en Tiempos de Pandemia nos describe cómo vive la cuarentena obligatoria decretada en Colombia, país donde migró el año pasado.
- Maribel, ¿cuál es tu ocupación?
Soy enfermera de profesión, tengo más de 20 años de experiencia en esta área de la salud. En Venezuela me desempeñé como enfermera asistencial, pasé por la docencia en enfermería y estudié un postgrado en gerencia en salud pública.
- ¿Cuándo llegaste a Colombia?
Llegué en noviembre de 2019, con mi hija de 11 años. Decidimos venir principalmente por la calidad de vida de mi hija y la mía: yo no encontraba las medicinas que necesitaba porque soy diabética, hipertensa y tengo artrosis en la rodilla izquierda. Desde febrero de ese año, mi esposo estaba en Bogotá y con su ayuda pudimos venirnos las dos y aquí estamos.
- ¿Pudiste conseguir trabajo?
Vine a Colombia con la ilusión de ejercer la enfermería, pero es bastante complicado cuando no tienes los documentos en reglas. Sin embargo, logré conseguir trabajo de cuidadora: atendí a una señora de la tercera edad hasta enero de este año porque la paciente falleció.
- ¿Qué hiciste luego?
Empecé de nuevo a buscar trabajo. Días después, conseguí como cuidadora en empresas pequeñas, pero sin ningún tipo de contrato, solo trabajaba 3 días a la semana, hasta que inició la cuarentena por la pandemia del coronavirus y a raíz de esto no me llamaron más.
- ¿Qué estás haciendo en esta cuarentena?
Estoy en mi casa, sin trabajo, cuidando a mi hija. En mi familia, el único que tiene un trabajo estable, por ahora, es mi esposo: es cuidador en un ancianato de aquí de Bogotá. Lo que gana a duras penas nos alcanza para comer. Estamos agarrados de la mano de Dios, pidiendo que mi esposo no se contagie con el virus porque él se expone todos los días cuando sale a trabajar.
«A mis paisanos les digo saldremos adelante. Fuerza y coraje: que Dios los bendiga y proteja»
- ¿Qué le cuenta su esposo cuando llega de trabajar?
Me cuenta que el acatamiento de cuarentena no se está cumpliendo con rigor en zonas de Bogotá: hay muchas personas en la calle a pesar de las restricciones de circulación. También le preocupa la salud de los abuelos que cuida, son personas muy susceptibles; él hace su trabajo con el mayor amor posible. Esperemos que mi esposo se mantengan en el trabajo, porque sino nos quedaríamos sin comida ni techo.
- Estás desempleada en estos momentos como nos has dicho: ¿qué tipo de ayuda necesitas?
Como no tengo un trabajo, necesitaría principalmente ayuda en alimentación y medicinas. La situación del migrante no es fácil, en ningún país, y ahora menos con lo que está pasando del Covid-19: los venezolanos estamos muy vulnerables, qué dolor.
«Esperemos que mi esposo se mantengan en el trabajo, porque sino nos quedaríamos sin comida ni techo»
- ¿Has sentido que ha crecido la xenofobia con la pandemia en Colombia?
Sí, por supuesto que ha crecido. Y sé, que a lo mejor al pasar la cuarentena por la xenofobia, va a costar aún más encontrar un trabajo estable, pero esto es una lección para todos. Por mi parte contaré con la mayor fuerza para seguir adelante ya sea para quedarnos o regresarnos a Venezuela. Espero que toda la crisis mundial por el coronavirus contribuya para que las personas sean más humanas, solidarias y aprendan a valorar la vida.
- ¿Un mensaje a los venezolanos en estos tiempos de pandemia?
Lo que estamos viviendo es un mensaje claro de que el ser humano necesita cambiar y mejorar. Debemos retomar los valores, son fundamentales para lograr ser mejor persona, no existe nada más importante que Dios y la familia. A mis paisanos les digo saldremos adelante. Fuerza y coraje: que Dios los bendiga y proteja.