Según la Secretaría de Integración Social de la Alcaldía de Bogotá, lo que sucedión en La Maloka, un alojamiento temporal que tiene la entidad con un operador privado para inmigrantes venezolanos ubicado en la localidad de San Cristóbal Sur «no fue una expulsión o desalojo».
Voceros dijeron -reporta El Tiempo– que los disgustos se presentaron por la necesidad de garantizar unas condiciones higiénico sanitarias en el marco de la emergencia en salud pública.
«Lo que hicimos fue buscar por medio la cooperación internacional que se le hicieran trasferencias monetarias a un grupo de participantes de este alojamiento para poder garantizar que este no tuviera más de 50 personas».
Sin embargo, lo que pasó es que las personas no accedieron a irse y lo que ha acordado es que entre el día de hoy y mañana la Secretaría de Integración Social seguirá manejando estos hospedajes para que estas personas logren luego trasladarse a un nuevo albergue que instalará la entidad.
La idea según la entidad es garantizarles a estas personas un menor riesgo de contagio de Covid-19.
Pero Fredy el vocero del grupo de migrantes dijo que en el lugar hay unas 100 personas que no quieren desalojar el lugar porque dicen no tener recursos para radicarse en otro lugar.
EVC / El Tiempo