Mientras hay cada vez más venezolanos que buscan nuevas oportunidades en el país, un argentino de 29 años creó una empresa que le da trabajo a 40 personas que viven en Caracas. Se trata de una aplicación en la que venezolanos dan clases de entrenamiento personalizado en cualquier momento del día.
Magic Fitness es una startup que permite que los usuarios realicen videollamadas con personal trainers que les dan una clase de fitness online individual en vivo. La empresa fue fundada por Juan Fezza y su socio, Julián Herbstein.
Fezza define al emprendimiento como una aplicación de «servicios de logística humana». Para él, se trata de reducir barreras de tiempo y espacio para acomodar un recurso específico a la persona que lo está utilizando. «Mi socio viajaba mucho y no podía ser constante en los entrenamientos, entonces se le ocurrió entrenar por Skype con un profesional. Ese fue el germen», cuenta.
El desarrollo de la plataforma les llevó dos años y significó una inversión de US$550.000. La última versión de la app se lanzó hace dos meses y supuso un largo camino de aprendizaje, de testeo de la aplicación, de rever el modelo de negocios y e incluso de mudarse a otro país.
La aplicación se puede descargar y utilizar en cualquier país, pero las clases están disponibles en español y en inglés. Además, se puede utilizar los 7 días de la semana las 24 horas. «Fuimos identificando los husos horarios con mayor intensidad y armamos horarios para que estén los entrenadores en la oficina de allá y estén disponibles para cuando les suene un llamado de un usuario», explica Fezza.
Sin embargo, si un miércoles a las 3 de la mañana un usuario desea entrenar, sólo debe pedirle a la app. «Los rangos horarios de menor demanda pueden tener un delay más grande si de repente caen varios pedidos al mismo tiempo», indica Fezza.
Si bien en un principio las oficinas estaban en Buenos Aires, en la actualidad sólo quedó en la Argentina una parte, mientras que la sede operativa está en Venezuela. «Acá resultó poco conveniente, por las complicaciones que involucra armar un negocio en el país, pero queremos en el futuro tomar gente de acá», agrega Fezza.
De los 60 empleados que tiene la empresa, 40 son coordinadores y entrenadores venezolanos que viven allá.
Para Fezza los gimnasios no suelen tener horarios flexibles o no se adaptan a las agendas de las personas. «La app, junto a la tecnología emergente, viene a solucionar estos ítems. Podés entrenás en el tiempo y lugar que te convenga», añade. Para el emprendedor era clave que la aplicación no tuviera rutinas estándar con videos pregrabados.
En relación con por qué no funcionan como un modelo más «uberizado», donde oferta y demanda se encuentran en una plataforma para un intercambio comercial, Fezza explica que durante los primeros meses tuvieron malas experiencias con varios entrenadores. «Así que decidimos implicarnos en el servicio punto por punto. Nosotros controlamos la experiencia», resalta.
En la actualidad la plataforma tiene tres planes, que incluyen a un entrenador que contesta en tiempo real. En la Argentina los planes van desde los $400 hasta los $1500 y pueden ser con las opciones de videollamadas libres o un plan que sólo tenga un plan nutricional y ejercidos sin videollamadas.
La app ya tiene 70 usuarios activos, y estiman aumentar el número a 100.000 para el año que viene. Para 2020 estiman facturar alrededor de US$10 millones.
También tienen planificado incorporar los servicios de yoga y pilates, y ya hay inversores interesados en abrir la operación en Brasil. A su vez, están buscando lugares estratégicos por el huso horario para cubrir operaciones, como las Filipinas.
Con información de La Nación.ar
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