«Dilan no murió, a Dilan lo mataron», la frase es pronunciada por miles de colombianos este martes, luego de que se supo que Dilan Cruz, un bogotano de 18 años, falleció en la noche del lunes, el día que esperaba graduarse del colegio.
El sábado, Cruz resultó gravemente herido durante la represión de una protesta en contra del gobierno de Iván Duque en el centro de la ciudad.
Los videos publicados en redes sociales, tan virales como la historia personal de un carismático joven de bajos recursos, parecen mostrar cómo le disparan por la espalada y se desploma sobre el piso en medio del caos.
No hay claridad sobre qué tipo de arma causó el impacto que se incrustó en el cerebro del joven al penetrar por en la parte posterior de la cabeza. Se sabe que el proyectil fue recabado por las fuerzas policiales y está en manos de la fiscalía.
«Lo mataron», gritan este martes miles de colombianos, en referencia a los agentes de una entidad, el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), de la Policía Nacional de Colombia, que lleva años siendo acusado por sus prácticas represivas y cientos de denuncias de violaciones a los derechos humanos, usuales en este tipo de organismos en América Latina.
Las protestas no han cesado desde el paro nacional del 21 de noviembre. Hay nuevas marchas y cacerolazos convocados para el martes. Casi 400 manifestantes y 200 policías han resultado heridos, según cifras oficiales. Cuatro personas, con Dilan, han muerto.
El gobierno de Duque, que lanzó diálogos con representantes de las propuestas, mostró solidaridad y pidió investigar la muerte de Cruz, pero ha mantenido su defensa del Esmad y las fuerzas de seguridad.
En un país que hace tres años cerró un conflicto armado de 60 años con las Fuerzas Armadas de Revolucionarias de Colombia (FARC), el Esmad es parte de un accionar policial acostumbrado a enfrentar a un enemigo común que ya no existe o existe parcialmente: las guerrillas.
Polémicos desde el inicio
El Esmad es un organismo antidisturbios que fue creado en 1999 durante el gobierno de Andrés Pastrana, en uno de los periodos más agudos de la guerra en Colombia. Depende de la policía y está adscrito al ministerio de Defensa.
Aunque fue fundado bajo un decreto transitorio, el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), el padrino político de Duque, lo formalizó y creó el curso que capacita a los agentes del Esmad.
Entre 1999 y 2018, las acciones del Esmad produjeron la muerte de 18 personas solo en Bogotá, según la ONG Paz y Reconciliación. Pero los reportes oficiales muestran que la mayoría de las intervenciones del organismo han sido en el departamento del Cauca, zona de presencia guerrillera e indígena.
Durante los últimos años, el organismo realizó operaciones de desalojo de propiedades: 1.154 entre 2013 y 2015, según cifras oficiales.
Cientos de agentes del Esmad han sido procesados por infracciones disciplinarias durante años. Hasta 2015, la Fiscalía había procesado casi 40.000 casos de los cuales 18 resultaron en condenas, según reportes oficiales.
La entidad está compuesta por 3.770 hombres y 106 mujeres: 556 de ellos son agentes antidisturbios que, entre otras cosas, están armados con lanzadores de proyectiles múltiples que pueden disparar balas de salva, gases lacrimógenos, aturdidores y bolas de paintball.
En los videos del suceso de Cruz parece que el joven no fue impactado por un contendedor de gas lacrimógeno, porque no se ve gas, y en las fotos del manifestante postrado en el piso se ve una tela que, según denuncias de los últimos días, es usada para instalar esferas de aluminio.
Según el parte de la policía, a Cruz le dispararon con un «arma de baja letalidad», aunque hay muchos cuestionamientos sobre si el agente actuó de manera legal ya que «no puede ser disparado directamente al cuerpo», apunta la revista Semana.
¿Hay que reformar?
BBC Mundo contactó a la alta consejería para Seguridad de la presidencia, pero no obtuvo respuesta al momento de publicación de esta nota.
En entrevista con medios locales, Diego Molano, director de departamento administrativo de la presidencia, dijo que en los planes del gobierno para contener las protestas el «Esmad no está en discusión».
«El gobierno tiene claridad de que sus fuerzas militares y de policía hacen parte del Estado; aquí no hay una negociación del Estado, aquí lo que hay es una conversación para encontrar soluciones a problemas concretos».
Pero una reforma del Esmad está sobre la mesa desde hace años.
«El compromiso (del Esmad) en múltiples homicidios ha hecho que pierda su credibilidad», le dice a BBC Mundo Alirio Uribe, excongresista del izquierdista Polo Democrático y abogado de derechos humanos del Colectivo de Abogados, una ONG.
«Eso hace que apenas lo colocan en la calle, en el marco de una manifestación, automáticamente genere violencia, porque no cumple una labor disuasiva, sino al contrario genera violencia».
«Además, en paros prolongados los agentes no descansan, salen malhumorados y tienen una formación doctrinaria antisubversiva, ven en cada manifestante un terrorista, un tema que viene del discurso militar», concluye el experto.
Algo en esa línea escribió, en 2017, el difunto y reconocido sociólogo Alfredo Molano: «La violencia del Esmad ha ido creciendo a medida que la paz se abre camino».
Pero María Victoria Llorente, experta en temas de seguridad y directora del centro de estudios Fundación Ideas para la Paz, disiente: «El tema no es si hay que reformar o no al Esmad o si tiene que ver o no con el conflicto. Los excesos en los que ha incurrido el Esmad, hoy y durante el pasado, son consecuencias normales, y no por eso irreprochables, del ejercicio de contención de disturbios».
«El tema acá, más bien, es que el gobierno, por un lado, ha tenido una política de seguridad que prioriza resultados operacionales, como se vio en el bombardeo a disidentes de las FARC, y por el otro extremó las medidas de precaución por lo que pasó en otros países de la región».
«Lo que tenemos que evitar —concluye— es que este debate sobre el Esmad y la seguridad, que si bien es necesario e implica reformas, opaque las demandas de un movimiento que está en las calles por razones concretas».
La seguridad, en todo caso, es apenas uno de los problemas que tiene Colombia.
Fuente: BBC Mundo
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