Los latinoamericanos podrán aportar sus ideas para paliar la crisis de «los venezolanos de adentro y afuera» de su país en un concurso global lanzado este lunes en Miami por la Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Ambas entidades han asignado una «inversión inicial» de 13,5 millones de dólares en dos años para financiar esta iniciativa denominada «Mejor juntos», a la que han llamado a participar a particulares, empresas, «start-ups» y organizaciones.
«Mejor juntos» ofrecerá diversos premios: para una idea sin desarrollar hasta 25.000 dólares, para un prototipo ya existente 250.000 dólares, para aquella que superó pruebas hasta 500.000 dólares, y para soluciones que ya están demostradas y que son comercialmente viables hasta 1,5 millones de dólares.
Las áreas de enfoque de las propuestas son: personas, productividad, servicios y finanzas.
John Barsa, administrador adjunto para América Latina y el Caribe de Usaid, convocó a participar a todo aquel que pueda aportar soluciones a la crisis que padecen los venezolanos en su país y las comunidades de la región que han acogido al menos a «4,5 millones» de venezolanos que huyeron, según explicó en una conferencia de prensa telefónica.
«Mejor juntos» es una iniciativa bastante amplia en cuanto a los temas, el grado de maduración de la idea, los participantes y el tipo de financiación, explicaron Barsa e Irene Arias Hoffman, directora ejecutiva del Laboratorio de Desarrollo del BID.
La española Arias enfatizó que el concurso puede atender cualquiera de las múltiples necesidades de los venezolanos.
Se trata de ayudarles a lograr una «mayor cohesión» en las comunidades que los reciben, aportar sus destrezas para entrar en el mercado laboral y «amplificar» sus servicios sociales y urbanos.
«Juntos mejor» se lanzó este lunes durante un foro en la Universidad Internacional de Florida (FIU), al que asistieron los congresistas demócratas Debbie Wasserman-Schultz, Ted Deutch, Debbie Mucarsel-Powell y Donna Shalala y el republicano Mario Díaz-Balart, entre otros líderes políticos.
«Todas las naciones tienen la responsabilidad de responder a la crisis en Venezuela. Ellos necesitan ideas innovadoras y asistencia inmediata para ayudar a restaurar la democracia», manifestó la congresista Mucarsel-Powell.
Barsa aclaró que este tipo de retos no es nuevo para USAID, pero que sí lo es el enfoque, el cual es aportar soluciones para «cualquier aspecto de la crisis venezolana, adentro y afuera».
Agregó que la «imaginación de las personas es increíble» y en ese sentido recordó que en años pasados un mecánico argentino inventó un método para hacer más llevaderos los partos difíciles y en Tanzania alguien creo una chancleta que lleva insecticida para combatir el zika.
Barsa hizo así un llamado a los particulares, las «Star-ups» y a las organizaciones en general a «aportar sus soluciones innovadoras» para «ayudar a las personas que sufren por la crisis de Venezuela».
«Adentro (de Venezuela) es horroroso», dijo, al mencionar que los venezolanos están tomando «agua sucia y sacando comida de la basura», y que afuera se trata de la «mayor crisis humanitaria en el Hemisferio Occidental».
En ese sentido, Carlos Vecchio, el embajador en Estados Unidos del Gobierno «interino» del opositor Juan Guaidó en Venezuela, agradeció durante el evento en FIU «el sólido apoyo de comunidad internacional y respaldo para la recuperación de Venezuela».
Señaló que mientras la comunidad internacional se une para ayudar al pueblo de Venezuela, «el dictador (Nicolás) Maduro está aislado».
«Aquí hay una meta y una solución para los intereses de Estados Unidos, pero también para el pueblo de Venezuela, de Cuba, de Nicaragua, de Bolivia, y de todo el hemisferio, es la eliminación de este cáncer socialista», señaló por su parte el congresista cubano-estadounidense Díaz-Balart.
Desde el 2017 hasta la fecha, la Usaid ha destinado 631 millones de dólares a la crisis en Venezuela. Del total, 473 millones han sido para asistencia humanitaria y más de 159 millones en desarrollo económico y asistencia de salud, detalló USAID.
La representantes del BID, por su parte, precisó que no hay un modelo único de financiación, pues será una donación, una subvención o un préstamo dependiendo del concursante, si es un particular, una «start-up», un empresa o una organización.
La directiva del BID, institución que además dispuso un fondo de 100 millones de dólares para los países que reciben a los inmigrantes venezolanos, señaló que ellos próximamente realizarán talleres en nueve países de la región para determinar cuáles son las principales necesidades.
Con información EFE