El constructor indicó que necesitan patrocinadores y apoyo estatal
Eolo: primer carro eléctrico eólico hecho en Colombia

Está pensado para el uso de dos personas con un rendimiento autónomo que supera los 100 kilómetros, distancia más que suficiente para su uso en la ciudad

El mundo de la tecnología es muy grande y más cuando hablamos de innovaciones,  que en ocasiones, pueden considerarse como una evolución de la idea.

Es así que la idea de un carro eléctrico cuando se planteó, era algo más de lo mismo pero hasta el momento todos los proyectos que se conocían, la mayoría solían ser impulsados por baterías recargables, o por medio de un enchufe de corriente o un frenado e incluso se planteó la idea en muchas partes del mundo de autos recargados por energía solar o un montón de ideas más.

Pero, cuando se llegó al desarrollo del Eolo,  vemos que la gran novedad es que este es  recargado por medio del viento. La marca ‘Eolo’ tiene su origen la energía eólica la forma de abastecimiento energético que tiene el vehículo.

El Eolo, está pensado para el uso de dos personas con un rendimiento autónomo que supera los 100 kilómetros, distancia más que suficiente para su uso en la ciudad.

Para el ingeniero mecánico Javier Roldán, líder del equipo de ingenieros que ha adelantado este emprendimiento colombiano, son tres los objetivos que buscan alcanzar con Eolo, el primer automóvil eléctrico hecho en Colombia.

  • “Uno con el medio ambiente, los autos eléctricos pueden ser abastecidos por fuentes de energía alternativas como la solar o la eólica.
  • El otro objetivo es de carácter social, obviamente queremos generar empleo, ojalá a sectores vulnerables de la sociedad. Y
  • el tercero es de carácter económico, aportar al crecimiento económico del país”, afirmó Roldán en su entrevista a este medio.

El poderoso viento

El Eolo está equipado con una turbina en el frente que corta y aprovecha el viento; de ahí el nombre dado al vehículo. Este sistema hace que la carga eléctrica almacenada en las baterías aumente y rinda un 10 % adicional.

El funcionamiento de este vehículo, según lo explicó Roldán es posible gracias a que:

«el aire que pasa por las turbinas que se encuentran en la parte delantera del carro, energía cinética, es transformada en energía eléctrica, la cual permite que este automóvil pueda recorrer autónomamente distancias superiores a 110 kilómetros “que para uso urbano sería más que suficiente”, concluyó el ingeniero.

El sistema eólico de este auto colombiano es de doble turbina, tipo Savonius (sobre un eje rotatorio vertical) según explicó Roldán. Y esa precisamente es la diferencia del Eolo con los carros eléctricos producidos hasta el momento. 

Por eso, en 2012 el modelo producido por los colombianos obtuvo la patente mundial: “Nosotros patentamos la configuración del sistema eólico en un auto eléctrico. Hay muchas patentes y propuestas para autos eléctricos, pero la nuestra es diferente a las demás y por esos nos dieron la patente”, recalcó Roldán.

La idea de este proyecto empezó a rondar la mente de Roldán en 2009 cuando se graduó de ingeniero mecánico de la Universidad Distrital y les presentó a sus hermanos y amigos el sueño de construir un vehículo eléctrico desarrollado en el país.

Porque Roldán es un hombre de sueños y aventuras, antes de empezar a recorrer las rutas del Eolo, había emprendido otra actividad como productor de bicicletas BMX (para andar en el campo) y practicaba un deporte de alto riesgo denominado flatland.

Con lo que generaba la empresa de bicicletas y sus presentaciones de flatland en el mundo entero (fue tres veces campeón latinoamericano), inyectaba dinero al proyecto de construir el carro.

Llegó el momento del grado de ingeniero mecánico y no se veía cumpliendo horarios en una oficina. “Tengo que crear algo para mí, emprender algo con mis propios medios, crear”, afirma entusiasmado.

Se construye el carro

Después de su empresa de bicicletas, invitó a los hermanos y amigos para que empezaran a construir el carro y el grupo del Eolo integrado por Wilmar Villarraga, Aleyda Garzón, Sergio Vásquez y Mauricio Roldán empieza a gestionar el financiamiento enpresatial para construir el carro

“Comienzan, cuenta Roldán, los planteamientos de las preguntas: ¿será que el sistema eólico frena el carro? ¿si generará la suficiente energía para mantener prendidas algunas funciones? Vinieron las pruebas, los ensayos, los modelos a escala.

“Como no tenía túneles de viento, inventamos nuestro propio túnel de viento, con varios ventiladores”, continua diciendo,, con las pruebas, los experimentos, llegaron a la Corporación Minuto de Dio s encontraron apoyo.  Allí emprendieron un camino, organizaron los proyectos.

“Con el respaldo del Minuto de Dios llevamos el proyecto a Colciencias y les llamó mucho la atención. Es diferente que yo hubiera presentado el proyecto solo a que lo hubiera pasado la corporación. De eso nos apalancamos y la entidad estatal nos aprobó 305 millones de pesos para desarrollar el prototipo que hoy es una realidad”, narra Roldán.

Cuando arrancaron con la idea, tenían un cálculo de 150 millones de pesos para concretar el primer modelo, pero con los estudios de la corporación, los estimados llegaron casi al triple. Por eso fue tan valioso el impulso que le dio al proyecto Colciencias. Pero, el dinero no alcanzó y la corporación aportó lo que hizo falta.

El prototipo lo empezaron a construir a principios de 2015 y lo terminaron en septiembre de 2016. El chasis es de acero y aluminio y la carrocería de fibra de vidrio.

El director del proyecto, el ingeniero mecánico Javier Roldán, explicó que en septiembre del año pasado terminaron de construir el primer prototipo y que aproximadamente en un año estará listo el segundo prototipo.

Añadió: “Con el tiempo esperamos producirlo en masa a un precio accesible al consumidor medio”, declaró, aunque según el ingeniero Roldán señaló que aún es muy difícil establecer el precio de venta, “pero costará aproximadamente lo mismo que un carro de gama media.

En todo caso será mucho más barato que los automóviles eléctricos disponibles actualmente, los cuales valen cerca de tres veces lo de uno de línea normal”. Un auto eléctrico parecido a Eolo está entre los $120 a los $180 millonesa excepción del Twizy de Renault  que está alrededor de los $40 millones debido a su pequeño tamaño.

Aunque aún no se ha revelado una cifra del valor comercial de este vehículo para su venta en el 2019, Roldán asegura que el precio de estos vehículos varía en gran medida por las baterías “si es de litio, de plomo, etc. La de litio es la más costosa, esa es la que nosotros usamos, por eso Eolo tiene ese valor”, concluyó Roldán.

Ahora están empeñados en ajustar el segundo prototipo con algunos detalles en las puertas, los vidrios y los terminados. El diseño evolucionó, se redujo el tamaño del sistema eólico, se dio más espacio al habitáculo y a la zona de paquetes o “baúl”.

El diseño del nuevo prototipo ya está hecho. Una vez concluido, vendrá la etapa de convenios con proveedores y analistas de la producción en línea, para poder hacer realidad el sueño de disponer de un carro eléctrico 100 % colombiano.

Roldan hace un llamado a todos los colombianos para que respaldemos el proyecto:

Necesitamos patrocinadores y apoyo estatal. Es increíble, por ejemplo, que en Colombia no haya normas para que podamos probar en las calles un carro nacional. No está contemplado. Solo lo pueden hacer los que tengan un documento de importación”.

Roldan es un hombre de sueños y riesgos. En 2009 empezó y el camino andado ya casi llega a buen puerto. Está seguro que el Eolo rodará por muchas calles y avenidas colombianas, pero esa apenas es una de las metas que está cumpliendo…

Este es el diseño del segundo prototipo del Eolo, que estará listo aproximadamente en un año. (Imagen: Escuela Luppo Design).

Empezó hace 10 años con bicicletas BMX, siguió con el carro Eolo y ahora está pensando cómo llegar a la luna. “Es mi sueño máximo. Como todas las cosas que he emprendido, al principio parecen imposibles, pero después uno va viendo que si se puede imaginar, se puede lograr”.

Es enfático y se dispone a guardar al Eolo en el garaje.

Redacción El Venezolano Colombia

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