La reciente detección en Colombia del hongo Fusarium oxisporum Raza 4
Tropical —que afecta a ciertas especies de bananos y es capaz de marchitarlos
hasta matarlos— pone en jaque al país, el sexto exportador de
bananas del mundo.
Resistente a fungicidas, este hongo es una de las amenazas
más importantes de las plantaciones de la variedad Cavendish,
que representa la mayoría del cultivo mundial de esta fruta.
Si bien por el momento solo se detectó en Colombia, la
situación afecta también a los países tropicales de América Latina y el Caribe,
que son los mayores exportadores de bananas del mundo. Ante este escenario, el
Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) declaró la
emergencia.
El Fusarium oxisporum Raza 4
Tropical, también Foc R4T, afectó plantaciones de banano Cavendish al norte de
Colombia. Según las autoridades, la situación está controlada y restringida a
175 de las 50.000 hectáreas sembradas de banano en el país porque ante la
sospecha ya erradicaron los cultivos.
“La enfermedad (…) puede demorarse hasta seis meses o más desde que llega el hongo hasta ver los síntomas en las plantas. En ese periodo, el hongo puede haberse diseminado aumentando los brotes en diferentes lugares”. Agregó Miguel Dita, Embrapa (Brasil).
Hasta 2018, el hongo estaba presente en 14 países
de Asia, Oceanía y África, y frente a la posibilidad de una llegada inminente,
la región había trabajado en la implementación de protocolos de bioseguridad
para evitar su arribo.
Cuando el 7 de junio el ICA recibió muestras de plantas
enfermas y los resultados preliminares de laboratorio dieron positivo, el país
inició el plan de contingencia.
En ese sentido, el ministro de Agricultura, Andrés Valencia,
se reunió en Quito, Ecuador, con representantes de 15 países productores para
informarles sobre las acciones implementadas.
Finalmente, el 7 de agosto, la situación se confirmó a partir
de análisis moleculares y genéticos realizados en la Universidad de Wageningen,
Holanda.
Estas pruebas se pueden realizar en varias universidades de
Colombia, dijo a SciDev.Net la directora del laboratorio de Micología y
Fitopatología de la Universidad de los Andes, Silvia Restrepo. De todos modos,
enviaron a Holanda para confirmación.
A partir de ese resultado, la región redobló esfuerzos. Sin
embargo, “es imposible tener un control total de todas las vías de riesgo”,
reconoció a SciDev.Net el agrónomo Miguel Dita, investigador de la Empresa de
Investigación Agrícola de Brasil (Embrapa), porque el hongo puede diseminarse a
través de zapatos, material vegetal, maquinaria, agua, entre otras vías.
Además, no es posible erradicarlo con fungicidas ni fumigando
el suelo, donde suele iniciar el proceso de contaminación y donde puede durar
dormido por 20 o 30 años.
“La enfermedad (…) puede demorarse hasta seis meses o más
desde que llega el hongo hasta ver los síntomas en las plantas. En ese periodo,
el hongo puede haberse diseminado aumentando los brotes en diferentes lugares”,
continuó Dita.
Rob Reeder, patólogo del Centro Internacional para la
Agricultura y la Biociencia (CABI) del cual es parte SciDev.Net, dijo que “no hay equivalente a una vacuna para erradicar o
controlar la enfermedad. La mejor y más sostenible forma de manejar el problema
es a través de variedades resistentes”.
Según detalló, científicos australianos han utilizado “dos
estrategias de ingeniería genética para producir plantas Cavendish transgénicas
resistentes a TR4. El primer método implica la introducción de un gen de resistencia
aislado de un pariente silvestre del banano, y el segundo, un gen
anti-apoptosis derivado de un nematodo (gusano)”.
Sin embargo, lamentó “la resistencia pública a los alimentos
modificados genéticamente, por lo que deberá haber un cambio significativo en
la opinión pública antes de que aparezcan bananos transgénicos en los estantes
de los supermercados”.
En diálogo con SciDev.Net, Deyanira Barrero,
gerente del ICA, hizo énfasis en el trabajo articulado entre el sector
productivo y el gobierno que se ha realizado desde la notificación de la
sospecha. Finalmente aseguró que la fruta se puede seguir consumiendo sin
riesgo.
Fuente: SciDev.Net
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