
La venezolana Yulimar Rojas, campeona del triple salto en el mundial de Doha, regresó este miércoles a Venezuela después de un año de ausencia satisfecha con una evolución que en 2019 le ha permitido superar el listón de los 15 metros, algo que en 2018 hizo una sola vez, pero avisó que su objetivo es otro.
«Tokio es la meta», dijo al aludir a los Juegos OlÃmpicos de 2020.
Entre otros logros en su temporada, la saltadora también destacó haber conseguido la segunda mejor marca histórica del salto triple de por vida, asà como la medalla de oro en Catar, la renovación de su tÃtulo mundial y la alegrÃa que ha llevado a su paÃs.
Admitió que desde que obtuvo la medalla de plata en los Juegos OlÃmpicos de RÃo de Janeiro 2016, se ha fijado como reto los de Tokio 2020, cita a la que llegará muy motivada tras conseguir cuatro tÃtulos mundiales.
«Desde
ahorita pensando en dar lo mejor y conquistar esa medalla de oro tan ansiada
para mû, enfatizó.
Al ser consultada sobre la posibilidad de romper
la marca de la ucraniana Inessa Kravets de 15,50 metros, Rojas manifestó que un
récord mundial «es algo que sale solo».
«No lo planeo, no sé dónde va a salir, pero
sà tengo que trabajarlo duro para estar allû, apuntó.
Sobre su gran rival en las pistas, la colombiana
Caterine Ibargüen, dijo que ha sido «un pilar fundamental» en su
carrera.
Acotó que aunque Ibargüen no llegó fÃsicamente
bien al mundial «lo hizo muy bien», por lo que le envió «un gran
beso y un gran abrazo».
Caterine «ha sacado siempre lo mejor de mÃ
en cada competencia», enfatizó.
Dijo desear «que se recupere» y
encontrarla en Tokio.
Yulimar Rojas ha sido invitada para hacer el
saque de honor del partido amistoso de las selecciones de fútbol de Venezuela y
Bolivia, que se jugará en Caracas.
Con información de EFE