
EL VENEZOLANO COLOMBIA
El Gobierno de Estados Unidos ha implementado una nueva medida dirigida a personas en situación migratoria irregular que deseen regresar a sus países de origen de manera voluntaria.
A través del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), se anunció que quienes gestionen su salida por medio de la plataforma digital CBP Home podrán recibir un incentivo económico de 1.000 dólares al concretar su repatriación.
Un camino menos traumático para salir del país
La autodeportación asistida se presenta como una alternativa menos agresiva frente a los procesos tradicionales de detención y expulsión. Según el comunicado oficial, esta opción busca ofrecer una salida “digna y segura”, evitando la intervención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Los migrantes que se acojan a este programa serán considerados de baja prioridad para ser detenidos mientras avanza su proceso de retorno.
Cómo funciona el proceso mediante CBP Home
Los interesados deberán registrarse en CBP Home, una aplicación del Gobierno estadounidense que permite enviar la solicitud y hacer seguimiento al trámite. Una vez confirmado el retorno, se activa el pago del subsidio.
El DHS indicó que esta vía no solo beneficia al migrante, sino también reduce significativamente los costos administrativos del Estado. Mientras una deportación forzada cuesta más de 17.000 dólares, el nuevo modelo disminuye ese monto en un 70 %.
Posibilidad de un futuro reingreso legal
Otro de los aspectos clave del programa es que no compromete de forma definitiva la posibilidad de regresar legalmente a Estados Unidos. Siempre que se cumpla con los requisitos y se concrete el retorno de forma voluntaria, los participantes conservarían opciones de aplicar a visas u otros permisos en el futuro.
Esta flexibilidad busca incentivar una salida ordenada sin cerrar todas las puertas a quienes puedan regularizar su situación posteriormente.
Venezolanos entre los principales beneficiarios
Aunque el programa está abierto a cualquier persona que se encuentre en situación irregular, se espera una alta participación de migrantes venezolanos, debido a su elevado número en EE. UU. y la creciente presión migratoria en la frontera sur.
En el pasado, miles de venezolanos han enfrentado deportaciones forzadas, por lo que esta iniciativa representa una opción menos confrontativa.
Esta nueva política migratoria, que mezcla pragmatismo presupuestal con un enfoque más humanitario, refleja el intento del Gobierno estadounidense por manejar de forma más eficiente los flujos migratorios, evitando costos elevados y tensiones sociales, mientras da una salida voluntaria a quienes no han logrado regularizar su permanencia en el país.