Los niños de Venezuela: Las víctimas invisibles del régimen

◉ Un informe de la Misión de Determinación de los Hechos de la ONU revela escalofriantes violaciones de derechos humanos

La situación en Venezuela se ha vuelto especialmente crítica, afectando a la población más vulnerable: los niños y niñas. La Misión de Determinación de los Hechos de la ONU ha desvelado un alarmante patrón de represión y violaciones de derechos humanos, señalando que los menores no solo son detenidos sino también sometidos a abusos sexuales y acusaciones graves como terrorismo.

Este fenómeno, declarado por la misión como algo inédito, subraya la magnitud del sufrimiento que soportan los infantes en el país sudamericano.

Detenciones y acusaciones injustas

El informe destaca que la violencia ejercida sobre los niños ha adoptado formas alarmantes, incluyendo la detención de 158 menores tras protestas.

De estos, 130 son niños y 28 niñas, quienes enfrentan acusaciones severas como terrorismo. En algunos casos, estos niños presentan discapacidades, lo que agrava aún más la situación.

Centros de Detención y Falta de Separación

A pesar de que la mayoría de los menores detenidos son llevados a centros de reinserción para adolescentes infractores, algunos son recluidos en prisiones comunes sin ninguna segregación por edad o género.

Este tipo de confinamiento los expone a situaciones de alto riesgo, incluyendo abusos por parte de otros internos.

Violencia sexual: Un crimen silenciado

El comportamiento agresivo del régimen se amplifica con los abusos sexuales cometidos contra los detenidos, incluidos los menores.

El informe de la ONU desvela casos de niñas sometidas a vejaciones mientras permanecían detenidas con adultos. Sobresale un caso donde una adolescente embarazada fue amenazada con sufrir un aborto.

Otras formas de violencia degradante

Los abusos no terminan ahí. El informe detalla que los menores sufrieron actos como manoseo, desnudez forzada delante de custodios de sexo opuesto y requisas invasivas, incrementando su exposición a traumas físicos y psicológicos. La negación de derechos sexuales y reproductivos a mujeres embarazadas es otro agravante significativo.

El trabajo de la misión se encontró con numerosas dificultades, en gran parte debido al temor de represalias por parte de las familias de las víctimas. Este miedo es más evidente en casos que involucran a menores y víctimas de violencia sexual y de género.

Desapariciones Forzadas de Breve Duración

Además de las detenciones, se registraron al menos 27 casos que podrían ser considerados desapariciones forzadas, incluyendo siete menores. La misión subraya que es crucial profundizar en estas investigaciones para obtener conclusiones más sólidas.

La Misión recomienda actuar de inmediato ante cualquier denuncia de detención o persecución penal de niños, siguiendo las normas y estándares internacionales, así como las leyes venezolanas. Es vital garantizar la segregación efectiva en los centros de detención para proteger los derechos de los menores.

Protección Procesal Deficiente

La misión apuntó que los niños detenidos no recibieron las protecciones procesales necesarias. Resaltaron la obligación legal de informar a los padres sobre las detenciones y garantizar la presentación ante un juez dentro de las 24 horas, subrayando la importancia del interés superior del niño.

Desde 2014, Venezuela ha sido un campo de denuncias por violaciones de derechos humanos. La violencia y represión intensificadas, especialmente tras las elecciones presidenciales de 2024, aceleraron los esfuerzos de la ONU para investigar y documentar estos crímenes.

Mandato Prolongado de la ONU

Debido a la gravedad de los hallazgos, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU extendió el mandato de la misión hasta 2024. Para este año, se espera un nuevo informe que continuará exponiendo las atrocidades cometidas en nombre de la seguridad y el orden en Venezuela.

El informe de la misión revela que, tras las elecciones del 28 de julio de 2024, se produjeron numerosas protestas en rechazo a los resultados anunciados. Entre el 29 y 30 de julio, el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social registró 915 manifestaciones en todo el país. La respuesta del régimen fue brutal, con una represión que provocó 25 muertos, cientos de heridos y numerosas detenciones, entre ellas niños y personas con discapacidades.

Violenta represión

La violencia ejercida por los cuerpos de seguridad y grupos civiles armados afines al gobierno fue notoria. Esta acción no solamente afectó a los manifestantes adultos sino que también tuvo un impacto drástico en los menores de edad, quienes, además de ser detenidos, fueron sujetos a violaciones de sus derechos fundamentales dentro de los centros de detención.

Diversos testimonios recogidos por la misión y organismos de derechos humanos como Infobae revelan el horror vivido por las víctimas y sus familias. Los relatos de menores acosados, abusados y detenidos injustamente ponen de manifiesto la crudeza del régimen venezolano y su falta de respeto por los derechos humanos, especialmente en el caso de los más vulnerables.

Desgarradores relatos

Una madre testificó que su hijo de 14 años fue detenido por participar en una protesta pacífica y que durante su reclusión fue golpeado y privado de alimentos. Otro testimonio señaló que una niña de 12 años fue acosada sexualmente por custodios mientras estaba detenida junto a adultos hombres. Estos relatos son un recordatorio desgarrador de la cruda realidad que enfrentan los niños en Venezuela.

La situación en Venezuela requiere una respuesta urgente y coordinada de la comunidad internacional. Es fundamental que los organismos y países simpatizantes identifiquen formas de presionar al régimen para que cese estas prácticas inhumanas. También es esencial brindar apoyo a las organizaciones locales de derechos humanos y facilitar la protección de los menores y sus familias.

Solidaridad y presión internacional

Diversas organizaciones internacionales ya están trabajando en conjunto para visibilizar estas violaciones y presionar por sanciones y medidas concretas contra los responsables. La cooperación internacional puede desempeñar un papel crucial en la protección de las futuras generaciones y en la restauración del estado de derecho en Venezuela.

A pesar de la brutalidad enfrentada, los niños y niñas de Venezuela demuestran una increíble capacidad de resiliencia. Muchos continúan luchando por sus derechos y mantienen la esperanza de un futuro mejor. Historias de pequeños que retoman sus estudios, viven con sus familias y participan en actividades comunitarias destacan la fuerza del espíritu humano.

Una generación firme

La resistencia y determinación de estos menores no solo subraya su valentía sino también la necesidad urgente de cambiar el panorama actual. De estas experiencias traumáticas puede surgir una generación más fuerte y consciente de sus derechos, lista para construir una sociedad más justa y libre.

La situación de los niños en Venezuela bajo el régimen represivo es una crisis humanitaria de proporciones alarmantes. A través de la Misión de Determinación de los Hechos de la ONU, se ha documentado el sufrimiento y las atroces violaciones de derechos humanos que sufren los menores. Es imperativo que la comunidad internacional tome acciones decisivas para proteger a estos inocentes y asegurar un futuro donde todos los niños puedan vivir en paz y seguridad. La resiliencia de estos jóvenes es un faro de esperanza en tiempos oscuros, recordándonos la importancia de la justicia y la humanidad

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