EL VENEZOLANO COLOMBIA | SWISSINFO
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, presentó este lunes en la COP27 un decálogo para “actuar de manera más contundente y salvar la vida del planeta y evitar la extinción de la especie humana”, insistiendo en que “la solución es un mundo sin petróleo y sin carbón”.
En su discurso en el debate general de la Cumbre Climática COP27, Petro lanzó un vehemente alegato para el fin de la industria de hidrocarburos en el mundo: “La crisis climática solo se supera si dejamos de consumir hidrocarburos, es hora es desvalorizar la industria, con fechas definidas para su final”.
“El liderazgo político desde la COP número 1 hasta la fecha ha fracasado en detener la causa de la crisis climática. Cada vez más, consumimos petróleo, carbón y gas e incluso los tiempos que tendríamos para planificar la solución los hemos destinado a la guerra, a la geopolítica, al domino de la humanidad”, dijo Petro en su intervención, seguida por vía telemática.
Pero “dejar de consumir petróleo y carbón” implica “una transformación profunda de la economía, una desvalorización de intereses poderosos en esa economía, un cambio de la economía mundial”, añadió.
DECÁLOGO FRENTE A CRISIS CLIMÁTICA
“Desde Colombia les propongo un decálogo para enfrentar desde los gobiernos y la humanidad la crisis climática”, siguió el mandatario, que lamentó que “las COP ya no dan respuestas y el tiempo se agotó, las conferencias globales de gobiernos deben poner la política al mando para generar el plan global de desconexión de los hidrocarburos”.
Por eso, la humanidad debe “actuar ya y globalmente, con o sin permisos de los gobiernos” recordando que “el mercado no es el mecanismo principal para superar la crisis climática. Es el mercado y la acumulación de capital quien la produjo y no serán jamás su remedio”.
En este sentido, explicó que será “solo la planificación pública y global, multilateral, la que permita pasar a una economía descarbonizada mundial”, y “la ONU debe ser el escenario” de dicha planificación, ya que “es la política mundial, es decir, la movilización de la humanidad la que corregirá el mundo, y no el acuerdo de tecnócratas influido por los intereses de las empresas del carbón, petróleo y gas”.
“Hay que salvar los pilares del clima del planeta antes que nada; la selva amazónica es uno de los cuatro existentes. Colombia otorgará 200 millones de dólares anualmente durante 20 años para salvar la selva amazónica en su territorio, esperamos el aporte mundial”, exhortó el presidente colombiano.
Enseguida, Petro arremetió contra la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyos “tratados constitutivos van en contra de la solución de la crisis climática y, por tanto, se deben supeditar y reformar a los acuerdos de la COP y no al revés”.
Asimismo, el FMI “debe iniciar el programa de cambio de deuda por inversión en la adaptación y mitigación al cambio climático en todos los países en desarrollo del mundo”, ya que “las políticas de bloqueo económico hoy no favorecen las democracias y van en contra de los tiempos de la humanidad para actuar contra la crisis”, defendió el jefe de Estado colombiano.
Los dos últimos puntos del decálogo de Petro apuntan a que “la banca privada y multilateral del mundo debe dejar de financiar la economía de los hidrocarburos” y que hay que iniciar “de inmediato las negociaciones para la paz”, porque “la guerra quita el tiempo vital de la humanidad para evitar su extinción”.
