EL VENEZOLANO COLOMBIA | EL TIEMPO
El líder del régimen venezolano, Nicolás Maduro, volvió a referirse públicamente a los hechos de los últimos días, supuestamente destinados a derrocarlo del poder.
En una rueda de prensa virtual, acusó una vez más al gobierno colombiano y a su presidente, Iván Duque –a quien calificó de ser “el presidente más extremista, fascista y farsante que ha tenido la historia de Colombia”–, de haber participado en un supuesto plan para alejarlo del poder.
Pero, esta vez, presentó el testimonio de uno de los dos estadounidenses que resultaron detenidos el pasado lunes, tras la segunda incursión en las costas venezolanas, específicamente en el estado Aragua.
El plan, frustrado por fuerzas policiales del régimen, era tomar el aeropuerto –se presume que de Maiquetía, que sirve a la ciudad de Caracas, aunque en el video mostrado dos veces no se especifica–, y desde allí trasladar a Maduro en un avión hacia Estados Unidos.
En la declaración grabada, con algunos saltos de edición, se puede ver y escuchar a Luke Alexander Denman, quien se identifica como un exmiembro de la Armada estadounidense, de 34 años de edad, revelar detalles de a misión y de los supuestos entrenamientos en Colombia.
“Debía asegurarme de tomar el control del aeropuerto para que pudiéramos hacer un traslado seguro de Maduro hasta el avión”, dijo el estadounidense.
Debía asegurarme de tomar el control del aeropuerto para que pudiéramos hacer un traslado seguro de Maduro hasta el avión.
Según su testimonio a las autoridades venezolanas, habría arribado a Colombia a mediados de enero, tras ser contactado por el líder de la denominada operación Gedeón, el también exmilitar estadounidense Jordan Goudreau, a principios de diciembre pasado.
Siempre según la versión presentada por Maduro, una mujer de alrededor de 40 años lo habría conducido desde Barranquilla hasta Riohacha, donde habría entrenado a tres grupos, conformados por unos 70 hombres, en planeamiento y trabajo táctico en edificio. Por su misión, que además contemplaba acompañar a los insurgentes en su incursión a Venezuela, iba a ganar entre 50.000 y 100.000 dólares.
Denman incluso ofreció los detalles de las dos casas de Riohacha en las que supuestamente se alojaban los insurgentes y de los aliados que tuvieron en otras regiones, como la Alta Guajira, donde aseguró que los había recibido un hombre en silla de ruedas, que luego Maduro aseguró que se trataba de Elkin López, alias “Doble rueda”.
Maduro añadió que “los campamentos estaban en Colombia protegidos por Iván Duque y protegidos por el narcotráfico de la Alta Guajira”.
Maduro aseguró que, tras el fracaso de la operación, Duque no querría “saber nada” de sus supuestos implicados, por lo que había ordenado la “captura y expulsión” de varios venezolanos que se encontraban en territorio colombiano, entre ellos el mayor general Juvenal Sequea, el diputado opositor Hernán Alemán y Rayder Alexander Russo Márquez.
Sin embargo, en posterior declaración, Alemán aseguró que seguía en la clandestinidad, dentro de territorio colombiano.
“Estoy sumamente tranquilo (…) aquí en Colombia, trabajando para sacar, de acuerdo con la Constitución venezolana, al usurpador”, expresó Alemán en conversación telefónica con este diario, al cual también le aseguró que había conversado poco antes con Russo y que este le había manifestado que se encontraba en su misma situación.
En su alocución, Maduro les envió mensajes no solo a Duque, a quien insistió en que se había “comido la luz”, sino además a las autoridades estadounidenses que, a su juicio, también estarían detrás de la operación.
“Basta de agresión contra Venezuela. Basta de obsesión contra Venezuela. Algún día tendrán que rectificar tantos errores contra Venezuela”, dijo, dirigiéndose directamente al secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo.
Se espera que, en las próximas horas, el Ministerio Público venezolano ofrezca detalles, aún desconocidos, de las aprehensiones realizadas en el marco de las incursiones frustradas.
Maduro reveló, además, un nuevo extracto de la declaración de José Alberto Socorro Hernández, alias Pepero, a quien Maduro tildó de agente de la Administración para el Control de Drogas Estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) y quien habría sido el jefe logístico de la incursión del domingo, en el que este asegura que habrían provocado los enfrentamientos armados, sin bajas, que hubo entre el 30 de abril y 4 de mayo, en el barrio Petare al este de Caracas, para desviar la atención de los cuerpos policiales.
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