El año pasado, al menos tres embarcaciones desaparecieron tras zarpar de costas venezolanas con destino a Curazao y Trinidad y Tobago.
Algunos contrabandistas llenan los barcos más allá de su capacidad.
“Estamos acompañando a los familiares de las personas desaparecidas en altamar (…) para solicitar a las autoridades venezolanas investigación transparente, oportuna, que permita determinar el paradero de más de 90 personas que desaparecieron desde hace un año en tres embarcaciones”, dijo Inti Rodríguez, de la organización no gubernamental venezolana Provea.
Con fotos de los desaparecidos, familiares cerraron la calle frente a la Fiscalía General, en el centro de Caracas, para exigir hablar con investigadores del Ministerio Público.
Tras dos horas de espera por parte de parientes, el director general de apoyo jurídico de la fiscalía, David Palis, llevó a tres familiares a la dirección de derechos humanos. No se conoció de inmediato la gestión ante esa unidad de la Fiscalía.
“Cada vez que nosotros hablamos con los fiscales, que ya van cuatro (…) cuando más o menos hacen algo bueno, vienen y nos cambian al fiscal”, dijo Jhonny Romero, un entrenador personal de 55 años cuyo hijo desapareció en una embarcación con dirección a Curazao el año pasado.
Esto “no se lo deseo a nadie. Yo tengo que tomar pastillas para dormir (…) esto ha sido un proceso muy feo. Yo le pido a Dios que me devuelva a mi muchacho”, dijo Sara Mora, una comerciante de 60 años, madre de Antonio Amaya y hermana de Leonardo Mora, ambos desaparecidos en una embarcación que zarpó en junio del occidental estado Falcón con rumbo a Curazao.
La fiscalía y el ministerio de Comunicación e Información no respondieron de inmediato a solicitudes de comentarios.
La Organización Internacional para las Migraciones contabilizó 82 muertes de migrantes venezolanos en el primer semestre de 2019, muchas de estas registradas en el mar entre Venezuela y las Antillas Holandesas, Curazao y Aruba.
Casi cinco millones de venezolanos huyeron de la nación sudamericana desde 2014 en medio de la crisis económica, hiperinflación y cortes de servicios básicos como luz y agua.
Aunque la mayoría de migrantes venezolanos viaja por tierra, algunos se han ido por mar en precarias embarcaciones por los bajos costo y la falta de documentación, según algunos familiares.
Texto extraído de Reuters, para leer la nota completa haz click aquí
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