Un bebé de tan solo dos meses de edad, identificado con el nombre de Emiliano murió por broncoaspiración (consiste en la aspiración accidental de sólidos o líquidos por la vía aérea), en un trayecto entre Pamplona y Bucaramanga.
Fue trasladado a una funeraria de Pamplona (Norte de Santander), donde se le realizaron los servicios fúnebres. .
Falleció en brazos de su madre cuando la mujer venezolana intentaba llegar a uno de los siete albergues de atención a migrantes que hay en los 203 kilómetros de la difícil carretera entre Cúcuta y Bucaramanga.
Mariángel Román, la madre de 18 años, llegó en un vehículo colombiano hasta el sector de La Laguna, zona de páramo, desde donde debió caminar en búsqueda de atención para ella y su hija. Otros familiares que también caminaban en la carretera se habían separado.
José Luis Muñoz, miembro de la Red Humanitaria (conjunto de 12 asociaciones), narró que la mujer llegó al mediodía de ayer al frío corregimiento de La Laguna, en Silos (Norte de Santander), solicitando ayuda porque el niño tenía sangre en la boca y no respondía a ningún estímulo.
“En la Policía llamaron a una ambulancia que nunca llegó. Un particular llevó en su carro a la mujer con el bebé hasta Silos, donde el niño recibió atención médica en el hospital pero ya era muy tarde.Las causas de la muerte pueden ser múltiples, hipotermia, desnutrición, otros problemas de salud, pero esto solo muestra el drama que están viviendo los migrantes en las carreteras del país”,
En el carro del alcalde de Silos, Nelson Martínez, transportaron hasta Pamplona a la madre sedada, una enfermera llevó en sus brazos al bebé, el cual, tras permanecer varias horas en la morgue de la ciudad universitaria, fue conducido en un féretro a una funeraria, donde organizaciones como la Organización Internacional de Migración (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), entre otras, corrieron con la financiación de los gastos fúnebres.
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