En Colombia se encuentran radicados más de 1’600.000 venezolanos, lo que es igual a 3 veces la población de Bucaramanga o a casi las poblaciones de Pasto, Ibagué, Manizales y Villavicencio juntas.
La cifra se refleja en un estudio de Migración Colombia con corte al 31 de octubre de 2019, numeros que son un indicador de que el éxodo es un fenómeno de movilidad humana que el país no había visto jamás. De hecho, es la segunda movilización más grande de la década, después de la de Turquía.
Para el Gobierno la situación es preocupante y por esto ese será uno de los temas que el presidente Iván Duque tocará en su viaje a Davos, Suiza.
Sin duda Colombia es uno de los países que en materia de reincorporación social migrante no se ha quedado quieto; pese a esto, aún son bastantes los retos que tiene el Estado.
Felipe Muñoz, gerente de la Frontera con Venezuela, contó que para este año se prevé un aumento en la llegada resultado de las medidas de “Ecuador, Perú y Bolivia de restringir” sus entradas.
Y para hacerle frente al fenómeno se tiene “una estrategia para este 2020 basada en 4 pilares: el primero es avanzar en los mecanismos de regularización de la población migrante; el segundo se trata de atención humanitaria de segunda generación; el tercero es la articulación con autoridades locales y, por último, la inclusión socioeconómica”.
Lo preocupante es que, por primera vez en cinco años, el número de migrantes en condición irregular –es decir, que no han registrado su entrada al territorio– superó a los que tienen sus papeles al día. Como reza en el informe, 719.189 venezolanos están de forma regular en el país y 911.714 están en condición de irregularidad.
No es un tema solo de ayuda humanitaria, sino de trabajar para que ellos puedan integrarse a la sociedad efectivamente
Así mismo, Ronal Rodríguez, vocero e investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, no descartó que las cifras de llegada de migrantes sean mayores que las esperadas.
“La migración ha venido creciendo de manera importante: en 2014 hablábamos de más de 23.000 en Colombia, en 2016 eran 53.000, en 2018 ya era un 1’000.000, y al final de 2019 eran 1’600.000, eso quiere decir que, en un año, el fenómeno migratorio creció más del 50 por ciento”, dijo Rodríguez.
Sumado a esto, el experto explicó que no se puede descartar que las cifras de Migración Colombia tuvieran un subregistro, y que la cifra a fin de año ascendiera a más de “2’222.100 o números mayores”.
Esto, basado en que entre febrero y junio del año pasado la frontera estuvo cerrada, y en este lapso “el registro fue una cuestión absolutamente voluntaria de los venezolanos, así que realmente no sabemos cuál fue el número de ellos que ingresaron al territorio”.
Se pronostica que esta movilización alcance en el 2020 la cifra más alta de la historia.Los riesgos y los retos
Es delicado saber atender la llegada de los migrantes por otros pasos no convencionales, porque esto puede llegar a ser aliento para que los grupos al margen de la ley encuentren en esto una forma de financiar sus negocios, como ya se ha visto, pues se sabe que en límites fronterizos algunos grupos delincuenciales cobraban entre $20.000 y $50.000 pesos a los venezolanos que buscaban cruzar por las trochas ilegales.
Estas situaciones continúan exponiendo a migrantes irregulares, a riesgos significativos de trata/contrabando, así como explotación y abuso.
Uno de los asuntos más delicados en esta problemática es la llegada de los migrantes por pasos no convencionales, ya que puede llegar a ser aliento para que los grupos al margen de la ley encuentren así una forma de financiar sus negocios, como ya se ha visto en el pasado.
Según información reciente, en algunos puntos fronterizos estas organizaciones ilegales cobraban entre 20.000 y 50.000 pesos a los venezolanos que buscaban cruzar de manera irregular.
Estas situaciones continúan exponiendo a los migrantes a riesgos significativos, como trata de personas y contrabando, así como explotación y abuso.
En cuanto a educación, se conoce que son cerca de 210.000 niños venezolanos los que están estudiando en Colombia, y se espera que la solicitud de cupos aumente este año.
Por otro lado, las labores de inclusión laboral son un factor importante de la regularización de esta población, y son uno de los cuatro pilares que el gerente de Frontera con Venezuela dijo que se tenían para 2020.
Una de las cosas que según los expertos debe combatirse es la xenofobia, pues se ha generalizado un discurso de odio contra estos migrantes.
Rodríguez advierte que la sociedad colombiana puede llegar a “vivir un episodio donde la xenofobia esté sobre la mesa, al igual que la aporofobia, es decir, el miedo al pobre”.
Así las cosas, se entiende que el éxodo, como lo dijo Muñoz, “ya no es un tema temporal, sino que muchos de los que llegaron se van a quedar”.
Los expertos coinciden en que es una labor ardua que requiere atención internacional y que, por ahora, serán los gobiernos locales los que van a tener que generar políticas estructuradas para la integración de una migración que llegó para quedarse.
Con información de El Tiempo
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