
EL VENEZOLANO COLOMBIA
En Venezuela, obtener un pasaporte se ha convertido en un desafío financiero y logístico para los ciudadanos, tanto dentro como fuera del país. Los elevados costos, atados a la tasa oficial del dólar, y los trámites burocráticos dificultan el acceso a este documento esencial.
Se explora los precios actuales, las diferencias entre los tipos de pasaporte y el impacto que estas tarifas tienen en la población venezolana, evidenciando cómo las políticas del régimen de Nicolás Maduro limitan la movilidad de sus ciudadanos.
Tarifas actuales del pasaporte
El Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) establece los costos del pasaporte según la cotización oficial del Banco Central de Venezuela (BCV), lo que genera fluctuaciones constantes. Existen dos modalidades: el pasaporte ordinario, que sigue un proceso estándar, y el pasaporte habilitado, conocido como “express” por su entrega acelerada. Los precios varían según la edad del solicitante:
- Pasaporte Ordinario:
- Bebés (3 meses a 3 años): 120 dólares
- Menores (3 a 17 años): 164 dólares
- Adultos (mayores de 18 años): 216 dólares
- Pasaporte Habilitado:
- Bebés (3 meses a 3 años): 290 dólares
- Menores (3 a 17 años): 310 dólares
- Adultos: 350 dólares
Estas tarifas, al estar vinculadas al dólar, resultan prohibitivas en un contexto de devaluación constante del bolívar, afectando especialmente a quienes dependen de ingresos locales.
Un obstáculo para los residentes en Venezuela
Para los venezolanos que aún viven en el país, tramitar este documento representa una carga abrumadora. Con un salario mínimo equivalente a unos 5 dólares mensuales, el costo del pasaporte ordinario puede equivaler a varios años de ingresos para muchas familias. Esta situación restringe severamente las posibilidades de emigrar o viajar, un derecho fundamental para quienes buscan mejores condiciones de vida.
Además, el proceso está plagado de demoras, con citas que pueden tardar meses y entregas que se prolongan, lo que convierte al pasaporte habilitado en una opción deseada pero inalcanzable para la mayoría debido a su mayor costo.
Desafíos para la diáspora venezolana
Los venezolanos en el extranjero enfrentan dificultades similares al renovar su pasaporte. Aunque muchos cuentan con ingresos más estables, las trabas burocráticas persisten. La vinculación de los costos a la tasa oficial del BCV complica los pagos desde el exterior, y la falta de embajadas operativas en ciertos países, como Argentina, donde la sede diplomática cerró en 2024 debido a tensiones políticas, agrava la situación.
Esto obliga a los migrantes a buscar soluciones costosas y complejas, como viajar a otros países para gestionar el trámite.
Impacto de las políticas del régimen
El esquema de precios y las restricciones impuestas por el gobierno de Nicolás Maduro reflejan una estrategia que limita la movilidad de los ciudadanos. Los altos costos, combinados con la inestabilidad económica, dificultan tanto la reunificación familiar como la búsqueda de oportunidades laborales en el exterior. Este sistema no solo afecta a los individuos, sino que también frena el potencial de la diáspora venezolana para contribuir al desarrollo global de la nación.
El elevado costo del pasaporte en Venezuela, junto con los obstáculos burocráticos, perpetúa las dificultades de una población ya golpeada por la crisis. Mientras las políticas del régimen mantengan esta estructura de precios y restricciones, el acceso a un documento tan básico como el pasaporte seguirá siendo un privilegio, no un derecho, para millones de venezolanos.