
EL VENEZOLANO COLOMBIA
Luego del fallo del Tribunal Supremo que respalda la decisión del presidente Donald Trump de suprimir el Estatus de Protección Temporal (TPS) a más de 350.000 ciudadanos venezolanos, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, afirmó que los afectados podrán recurrir al mecanismo de asilo para evitar la deportación.
Las declaraciones del diplomático generaron tanto expectativas como inquietudes en la comunidad migrante venezolana radicada en territorio estadounidense.
Una salida legal ante la pérdida del TPS
Durante una intervención en la Cámara de Representantes, Rubio explicó que la vía del asilo permanece disponible para quienes enfrenten persecución o amenazas en su país de origen. Aunque reconoció que el TPS funcionó como herramienta de alivio humanitario, argumentó que su aplicación en años recientes fue excesivamente amplia, lo que, en su opinión, generó riesgos de seguridad.
“Muchos podrán iniciar procesos sólidos de asilo, basados en razones legítimas”, expresó. Sin embargo, advirtió que, si bien la mayoría de los beneficiarios son personas sin historial delictivo, existe una minoría cuya conducta preocupa a las autoridades. En ese contexto, defendió la revisión individual de cada caso.
El asilo: una opción compleja y saturada
El asilo es un derecho reconocido por la legislación estadounidense e internacional, pero implica trámites rigurosos y la presentación de evidencias que demuestren persecución política, religiosa o de género. Las cortes migratorias, sobrecargadas por decenas de miles de solicitudes, enfrentan retrasos que afectan a quienes buscan protección.
En este panorama, abogados y defensores advierten que no todos los venezolanos bajo TPS podrán demostrar los requisitos exigidos para obtener el estatus de refugiado. El temor es que muchos enfrenten procedimientos de deportación sin haber tenido tiempo suficiente para presentar sus argumentos legales.
Impacto humano y respuesta de la comunidad
La eliminación del TPS provocó desconcierto entre familias que han vivido durante años en Estados Unidos bajo esa figura migratoria. Para muchas personas, el país norteamericano se ha convertido en su hogar, con hijos nacidos allí y empleos estables. La posibilidad de regresar a Venezuela representa no solo una ruptura emocional, sino también una amenaza concreta ante las condiciones actuales del país caribeño.
Diversos sectores sociales, incluyendo asociaciones de venezolanos en el exterior, han solicitado a las autoridades estadounidenses reconsiderar las implicaciones humanitarias de esta medida. También han pedido que se establezcan canales de apoyo legal para quienes opten por el proceso de asilo.
Incertidumbre con una vía abierta
El mensaje de Marco Rubio ha sido interpretado como un intento de tranquilizar a la población afectada, pero también deja en evidencia las limitaciones estructurales del sistema migratorio. Aunque el asilo representa una alternativa legal válida, no es una garantía universal. Los próximos meses serán determinantes para miles de venezolanos que, tras perder el TPS, deben decidir su futuro bajo un clima de incertidumbre y presión legal creciente.